–Un programa social, de denuncia y conciencia, pero planteado desde el entretenimiento y en positivo. ¿Delicado equilibrio?

–Sí, pero es un equilibrio posible y hasta deseable. El equipazo de Xente marabillosa tiene una amplia trayectoria en este tipo de formato y ha sabido encontrar rápidamente ese equilibrio necesario para no caer en el amarillismo, ser fieles a la realidad de cada caso concreto de denuncia y discriminación que trasladamos a la pantalla y, sobre todo, cumplir con la labor de servicio público que transmite a la audiencia.

–¿Cómo recibió el ofrecimiento de conducir un programa como este?

–Como un regalo de la vida. Lo he transmitido así desde el primer día. Era el momento perfecto para poder añadir a mi trayectoria en Televisión de Galicia un formato de estas características tan particulares. Por el momento personal que estaba viviendo y también por mi trayectoria profesional, me llegó como un salvavidas. Los programas de entretenimiento basados en la emoción y los testimonios siempre han sido para mí un formato cómodo y que me permiten ser yo misma, pero este es especial.

–¿Qué nuevos temas nos esperan en Xente marabillosa para las próximas semanas?

–Venimos cargadísimos de causas que nos van a emocionar pero también nos harán reflexionar, te lo digo yo. Desde acoso escolar, alcohol y adolescencia, edadismo, alzhéimer, xenofobia o el más apasionante de los que hemos grabado, que trata de concienciar sobre el suicidio. Es una temporada realmente intensa.

–¿Hay temas tabú en televisión, causas que el programa no quiera tratar?

–Hasta el momento no hemos puesto veto a ningún tema que tenga interés social, ya sean cuestiones universales como el acoso o la xenofobia, o asuntos más locales como los conflictos vecinales por lindes en las zonas rurales, por ejemplo. Ciertos temas provocan más reacción que otros, lógicamente, y algunos hasta han levantado en masa a todas las personas que se encontraban presentes en el momento de la cámara oculta. Hay reacciones increíbles.

–La primera temporada de Xente marabillosa fue un éxito de audiencia en televisión y en internet. ¿Esperaba esa reacción del público?

–Esperaba que las cámaras ocultas se viralizaran en internet como ha pasado ya en Andalucía y en Canarias, donde llevan acumulando éxitos temporada tras temporada. Por tanto, para mí eso era también una presión añadida: saber estar a la altura de un formato con semejantes éxitos cosechados en otras comunidades. La verdad es que no podemos estar más agradecidos del apoyo del público gallego. Ya no solo en redes, que bate récords, también apoyándonos semana tras semana en el prime time de la Televisión de Galicia.

–¿Cómo explica el fenómeno que ha supuesto el formato en internet?

–Actualmente las redes sociales son un elemento fundamental para hablar del éxito de un programa de televisión. Siempre se le ha dado importancia al share basado en los audímetros tradicionales pero ahora mismo, y a mi modo de ver, desde el punto de vista del big data la gran audiencia social está en internet. Esos datos son los que realmente hablan del consumo de un contenido. Muchísimas personas me escriben cada semana diciéndome que han visto el programa en la web, el ‘rebobina’ de su plataforma de televisión digital o en redes sociales. Eso cuenta, y mucho.

–Ahora que se lleva el contenido a la carta en multiformato y multiplataforma, ¿cual cree que será el futuro de la televisión generalista?

–Igual tendríamos que hablar de presente porque ese futuro ya está aquí. Creo que cada vez menos personas consumen televisión atendiendo únicamente a la pantalla. Manejan el teléfono mientras ven la tele, por lo que tenemos que aportar contenido teniendo en cuenta los nuevos consumos para llegar a más personas. Las personas cambian sus modos de consumir y nosotros tenemos que cambiar con ellas.

–¿Es más complicado ganarse el respeto del público y compañeros en televisión por el hecho de ser mujer?

–Nunca he tenido esa sensación de la que se habla muchas veces que pone a la mujer como simple acompañante del hombre a la hora de presentar. Cuando en el año 2013 me dieron la gran oportunidad de presentar el primer programa en Televisión de Galicia, ya fue un formato en prime time que conducía yo sola. Actualmente sigo cumpliendo ese mismo papel y durante todo este tiempo no he sentido que, en mi experiencia, el papel de presentadora y mujer me haya perjudicado en lugar de beneficiarme. Creo más en las cualidades de las personas que en el sexo a la hora de decidir quién conduce un formato o no.

–¿Cómo se vive desde dentro, como protagonista, esta acogida del programa por parte del público? ¿Ha cambiado algo en su día a día?

–Es genial. Me llegan muchos mensajes a través de redes sociales hablándome de perfiles de personas que serían potenciales marabillosos, como si yo pudiera hacer algo para convertirlos en marabillosos oficiales y que vinieran a plató. Otras personas me dicen a veces, y esto me hace mucha gracia, “tengo una vida tan surrealista que vivo temiendo que un día me salgas por ahí con el micro gritándome que soy una persona marabillosa”. Es un formato increíble que cala en la gente y que emociona a todo el mundo. Incluso a mí. Me ven llorar, me ven reír y tocar el corazón de las personas a través de una pantalla se traduce en el cariño que posteriormente me dan por la calle. ¡Me hace muy feliz!