Fernando Velázquez es uno de los compositores de bandas sonoras originales más destacados en el Estado español tras su trabajo para filmes como “El orfanato”, “Lo imposible” o “Un monstruo viene a verme” (con el que consiguió un Goya) o para series como “Patria”. Su último trabajo se puede escuchar en la película “La ternura”, que ayer llegó a los cines y que esta semana se presentó en el Festival de Cine de San Sebastián. Velázquez firma la obra musical junto a la Orqueta Sinfónica de Galicia.

En esta ocasión, tuvo que idear las melodías para una historia que nació para el teatro –bajo la dirección de Alfredo Sanzol y con el resultado del Premio Max al Mejor Montaje 2019– y que ahora presenta su versión para cine con el realizador Vicente Villanueva.

El filme, una comedia de época, nos sitúa en un barco de la Corona de Castilla que se dirige a América con una madre reina y dus dos hijas princesas. Cerca del destino, la mujer madura invoca a la naturaleza. Una tormenta acaba surgiendo provocando el naufragio del barco. Las tres mujeres acaban en la isla desierta a la que la madre había planeado llegar y donde aspira a vivir con sus dos hijas solas sin hombres alrededor. Pero algo falla y allí descubren a un padre con sus dos hijos, precisamente deseoso de vivir sin mujeres.

“Tuve que hacer la adaptación de la música de una obra de teatro en la que también había preparado la banda sonora. Tuve cierta ventaja que también fue prejuicio porque no son dos cosas iguales. Cada vez que haces música para una película es una aventura diferente. ‘La ternura’ tiene mucha música; es como una película antigua de los años 50 o 60 con música siempre”, explica Velázquez.

En la banda sonora –grabada en el Palacio de la Ópera de A Coruña– se presentan 26 composiciones en las que se pueden oír desde un vals, a canciones con sonidos arabescos y otros tracionales, además de melodías de época.

“Hay instrumentos antiguos de percusión. La Orquesta Sinfónica de Galicia está llena de instrumentos antiguos. Es un conjunto fruto de la evolución de muchos años. La cuerda lleva ahí tres o cuatro siglos. Podemos oír el clavicordio que nos traslada al siglo XVII o XVIII y también hay percusión antigua con sonajas y panderos que hacen que suene una mezcla de popular, sofisticado y antiguo”, explica el creador que ya había trabajado con la Sinfónica de Galicia para la BSO de “Futbolísimos”.

Respecto a la elección de la Sinfónica, señala que “trabajar con esta orquesta es trabajar con algo buenísimo. Todo el mundo la busca por su calidad. Es excepcional y es un gusto cooperar con ella. En vez de irme a Londres o República Checa, donde hay orquestas también estupendas, prefiero trabajar con agrupaciones de aquí. Las orquestas de aquí son muy buenas”.

Si a priori pensamos que el proyecto musical se completó en un largo periodo de tiempo, Fernando Velázquez nos desmonta esta idea y nos acerca al modus operandi que se sigue en el cine, en gran parte de sus producciones.

“El mundo del cine tiene unos tiempos y las orquestas otros. Yo hago todo lo que puedo para que coincidan.En este caso tuve tres semanas para componer la música y grabarla. El cine es así. Hay mucho trabajo intenso y destaco la capacidad de los músicos de la Sinfónica que son verdaderos artistas y profesionales que leen la música en cuanto se la pones en el atril. Lo que leímos lo tocamos dos veces y lo grabamos. Están muy bien entrenados”, resalta Velázquez.

Por su parte, el gerente de la Orquesta Sinfónica de Galicia, Andrés Lacasa, indica que “estamos muy ilusionados porque con Fernando había trabajado en el pasado. Es uno de los grandes compositores de España. Orquesta muy bien y es un placer grabar con él”.

Añade que cada año la Sinfónica intenta grabar una o dos bandas sonoras: “Estamos encantados de colaborar, es una parte importante de difusión de actividades. Nos alegra que en el cine se siga contando con esta forma tan artesanal de crear bandas sonoras, que requiere de orquestas sinfónicas reales y que no acude únicamente a un ordenador o sintetizador ”.