Stephanie Gómez Vieites tiene 25 años, es de Carballo (A Coruña) y hoy podría ganar un premio Emmy como parte del equipo de “Made in America”, un corto que aborda la inserción de una familia de origen latina que emigra a un país como Estados Unidos.

Este trabajo competirá en una edición territorializada de los Emmy Awards –junto a otros proyectos del sureste del país– tras su emisión el pasado mes de enero en la cadena pública del Estado de Georgia, la Georgia Public Broadcasting (GPB). “Made in America” ya cuenta con varios premios y nominaciones en su palmarés, entre los que destacan tres Telly Awards a la mejor dirección, al mejor guion y como mejor trabajo de inclusión social.

Original de Carballo pero nacida en Venezuela –sus abuelos son gallegos que emigraron al país latinoamericano–, Stephanie Gómez estudió el grado en Comunicación Audiovisual en Pontevedra y consiguió una beca para hacer el tercer año en Atlanta.

De vuelta en Galicia, trabajó un verano para poder volver a Estados Unidos una vez terminase la carrera. Así, tras tres meses con visa turística, pudo quedarse más tiempo en esta ciudad gracias a que consiguió trabajo en una agencia de publicidad --actualmente, trabaja para otra firma estadounidense pero a distancia, desde Galicia--.

Durante su estancia en Atlanta conoció a la actriz y directora salvadoreña Armida López, quien estaba reclutando un equipo conformado por solo mujeres para construir “Made in America”. Y hoy, en una gala emitida a partir de las 19.00 horas –a la 1.00 de la mañana en España–, podría hacerse con un Emmy si vence a otros tres cortos en la categoría de Artes y Entretenimiento.

“En Galicia vemos cómo todo pasa en el exterior, cómo todo esta fuera y creemos que estas cosas no pasan, pero no es así”, expresa Stephanie Gómez, en una entrevista concedida a ‘Europa Press’ en la víspera de que se desvelen los premiados.

Lo que le ha pasado a ella es la prueba que desmiente que Galicia “sea pequeña” haya “poco campo” para el audiovisual, ya que quien le dio su primer oportunidad de cruzar el charco fue la propia universidad a través la consecución de una beca: “Y a eso tuvimos acceso todos, porque yo ni si quiera era la mejor de mi clase”.

Para Gómez, visibilizar su experiencia y el galardón con el que se podría hacer hoy significa la creación de referentes para las nuevas generaciones del sector en Galicia: “Si yo hubiese visto esto cuando estaba creciendo, me hubiese inspirado mucho el saber que hay una gallega ahí”.

Ella fue la primera del equipo en enterarse de la nominación al Emmy. Recibió la noticia un domingo por la noche en su casa de Carballo, a través de un ‘mail’ que llevaba adjunto un PDF de 126 páginas. Cuando consiguió encontrar el corto entre todas ellas, estaba con su madre.

“Estábamos viendo la tele y le digo: ‘Mamá, que me han nominado a un Emmy’; y no me creyó, pero en ese momento empecé a llorar y llamé a Armida (la directora del corto) y ahí ya sí me creyó. De mis amigos tampoco nadie me creyó, pensaban que era broma hasta que lo colgué en mis redes sociales”, relata.