El español Blas Cantó interpretará su canción “Voy a quedarme” en el puesto número 13 en la final del Festival de la Canción de Eurovisión que tendrá lugar hoy. El murciano, al que las casas de apuestas sitúan último, saltará al escenario justo detrás de dos de los participantes que, según estos mismos vaticinios quedarán en la cabecera de la tabla: “Tout l’Univers”, del suizo Gjon’s Tears, que actuará en el undécimo lugar, y “10 years” de los islandeses Daði & Gagnamagnið, duodécimos.

Italia, el país que ahora mismo lidera los pronósticos con los roqueros Maneskin y “Zitti e buoni”, concursarán en el puesto 24 de 26, casi al final, mientras que su gran rival, la francesa Barbara Pravi con “Voilá”, lo hará en el 20, detrás del folk ucraniano “Shum” de Go_A que tanto gustó en la primera semifinal y que actualmente aparece cuarto en las apuestas.

El bronce de Eurovisión sería para la maltesa Destiny con “Je me casse” después de que la fortuna le otorgara una plaza en la primera mitad del concurso y que los productores del programa hayan determinado que actúe en sexta posición. El orden es fruto del esquema ideado por la organización del evento para mantener el ritmo televisivo, con alternancia de cortes rápidos y lentos, y para poder conciliar los distintos montajes sobre el escenario.

Esta fórmula se combina desde hace años con el azar, que determina si los países a concurso aparecerán en la primera o la segunda mitad, lo que normalmente les privilegia al permanecer mejor en la memoria del espectador para el turno posterior de televoto.

De acuerdo con esa combinación de diseño y fortuna, la maltesa Elena Tsagrinou abrirá la gala con “El Diablo” (lo que la ha hecho caer hasta el puesto 12 de las apuestas), y será San Marino quien cierre el espectáculo con su candidata, Senhit, y el tema “Adrenalina”.

Evento favorito de los jóvenes

El Festival de Eurovisión en España tiene colgado el sambenito de espectáculo “anticuado” tras varias representaciones polémicas y una retahíla de malos resultados. Sin embargo, en los últimos años se ha convertido en el evento favorito de los jóvenes de nuestro país.

La llegada de internet supuso un punto de inflexión y sus seguidores más acérrimos, que encontraron en las redes un lugar de conversación con otras “rara avis” que entendían su pasión. Además, muchos “millennials” llegaron al certamen europeo arrastrados por el éxito de la primera edición de “Operación Triunfo” y el “Europe´s living a celebration” de Rosa López en 2002. Otros llegaron atraídos por los memes. Durante la noche de Eurovisión, los espectadores españoles tienen un ojo en la televisión y otro en Twitter. Además, el certamen ha abierto una ventana a la diversidad.