“O tío Pepe era dos outros!”

Bueu homenajea a los represaliados, con protagonismo de los fallecidos en Mauthausen

Un momento del acto de ayer en el monumento a Johán Carballeira.   | // GONZALO NÚÑEZ

Un momento del acto de ayer en el monumento a Johán Carballeira. | // GONZALO NÚÑEZ / C. Collarte

El 17 de abril de 1937, en el monte da Caeira, en Poio, José Gómez de la Cueva, más conocido como Johán Carballeira, caía fusilado en plena represión franquista. Ayer, 87 años después, la Asociación de Amigos de Johán Carballeira y el Concello de Bueu recordaron la simbólica fecha del asesinato del que fuera alcalde de la villa en un homenaje que se hace extensivo a todos aquellos que sufrieron la dureza de aquellos años y que lo pagaron de una u otra forma, muchos de ellos con la vida.

El acto sirvió para mantener la memoria viva de Johán Carballeira, pero también de los canteros de A Portela Avelino Chapela Soliño y Manuel Chapela Couso, además del líder del sindicato CNT en Bueu, Manuel Graña Pouseu, fusilados el mismo día, y de tantas otras víctimas. Dos de ellas , José Ferradás Pastoriza y Manuel Rey Cruz cayeron también víctima del fascismo, pero el de la Alemania nazi. Ambos murieron en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen en 1941 en una historia que se acaba de conocer y que protagonizó la ofrenda floral.

De hecho, tras el discurso del presidente de la Asociación de Amigos de Johán Carballeira, Manuel Mosteiro, fue Xosé Novas el encargado de leer un escrito de José González Ferradás, sobrino de uno de ellos. En él relató la historia de este hombre que se vio abocado a huir para evitar las represalias, en un viaje que lo llevó a Portugal y a Euskadi, donde luchó antes de tener que exiliarse en Francia. La invasión alemana supuso su detención y su deportación al campo de concentración de Mauthausen-Gusen, en la actual Austria, donde fallecería en septiembre de 1941.

Su sobrino recordaba jugar de niño en la iglesia y ver el símbolo franquista de la cruz con el yugo y las flechas, así como los nombres de los caídos, algo que le hizo preguntar a su madre. “Mamá! Por que o tío Pepe non está nos nomes da parede da igrexa?”. Y ella respondió: “O tío Pepe era dos outros”.

Un nieto y una nieta de Manuel Rey Cruz fueron los encargados de realizar la ofrenda floral junto al monumento de Johán Carballeira, en un acto que contó también con la música de violín de Lía Vilas. Ese lugar es donde se quieren colocar las Stolpersteine, las llamadas piedras de la memoria para recordar a los fallecidos en campos de concentración durante el régimen de la Alemania nazi.

Los actos tendrán continuidad este sábado con una charla de Montse Fajardo sobre la represión franquista contra las mujeres.