De vocación agricultor en Moaña

Uxío Soliño intenta abrirse camino en el mundo agrario con una hectárea de huerta y un invernadero en la parroquia de Tirán

Uxío Soliño, en el invernadero de la rectoral de Tirán.

Uxío Soliño, en el invernadero de la rectoral de Tirán. / Gonzalo Núñez

Hablar de la agricultura en una comarca eminentemente pesquera como la de O Morrazo e intentar localizar a un agricultor profesional es casi como buscar una aguja en un pajar, pero desde Tirán en Moaña Uxío Soliño Camaño intenta abrirse camino en este difícil mundo de la huerta, cuyos tractores están bloqueando las carreteras de España, como hicieron antes los franceses y los portugueses, y que este lunes protagonizan una manifestación en Madrid. Piden precios justos por los productos agrarios, racionalización y eliminación de las cargas burocráticas (cuaderno digital y decretos de Ordenación de explotaciones bovinas y de Fertilización sostenible de suelos), paralización de los tratados de libre comercio o potenciar los circuitos cortos de comercialización.

Uxío Soliño comparte el sentimiento de protesta que hay en el campo. Se inició en la agricultura hace trece años, dice que el sector del metal estaba mal y empezó colaborando con un vecino desbrozando fincas. En su casa y en la de sus abuelos hubo toda la vida huerta, había vaca, cerdo y gallinas y un día un amigo consiguió la rectoral de Tirán y empezó a trabajar la huerta. Le animó a acompañarle. Él le pidió el tractor a la persona con la que trabajaba desbrozando fincas, empezó a limpiar la finca con él y se pusieron a plantar en el invernadero que ya tenía la rectoral.

Este agricultor, que ahora está sólo, dispone de una explotación agrícola con un invernadero de 1.200 metros y otro de 400, además de un terreno de huerta exterior con una superficie de unos 2.000 metros, otra de 4.000 con frutales y acaba de empezar con otros 4.000 de viñas, algo que ya le viene de familia.

De vocación agricultor en Moaña

Una vista del invernadero con plantación. / Gonzalo Núñez

Empezaron con una huerta de hortalizas y de fruta y desde este año, como está solo, decidió cambiar y trabajar para venta a transportistas y hostelería. Antes lo hacía a restaurantes y en los mercados de miércoles y sábados en Moaña y el de los viernes en Cangas. Planta tomates, pimientos de Padrón, pimiento rojo y verde e italiano, lechugas, melones, sandías... todo hortaliza, en época de verano y de invierno: “La diferencia es que antes al vender en plaza tenía más variedad de productos y ahora sólo tres o cuatro: lechugas, tomates de un par de clases, pimientos de Padrón y judías para vender más al por mayor”.

Es un apasionado de la huerta, pero reconoce que se vive a expensas de un revés y que no da para vivir como en otro trabajo: “Requiere de mucha automatización para que puedas llevar a cabo algo en los metros que tienes. Entre autónomos, trimestres de IVA, y que el producto pierde precio es muy difícil que dé para vivir”. A esto añade el problema del calentamiento de la tierra que está provocando que cada vez haya más plagas, que, por otra parte, son incontrolables y acaban con una cosecha por unas plantas que tú tienes que pagar. En su caso, compra planta, no hace plantón, pero, aunque así fuera también tiene que hacer frente a la compra de semillas, cuyo precio se ha disparado, como también el de las plantas: “Si antes comprabas 1.000 semillas por 30 euros, ahora por 90. Todo encareció, pero la huerta no subió el precio en comparación con las semillas”.

Tratamientos para grandes agricultores

Explica que “los tratamientos buenos nos los quitaron o están elaborados en envases para Almería, para propietarios de fincas de varias hectáreas y no para pequeños agricultores. No nos podemos gastar 1.000 euros en un tratamiento”. Por eso que, desde hace un tiempo, Uxío Soliño también compagina la huerta con el trabajo en una Agraria y realiza limpieza de jardines y podas: “Estoy buscando alternativas para sacar las castañas del fuego lo que lleva consigo también que el propio trabajo de la huerta no pueda estar tan bien atendido. Pero si quieres comer y tener dinero para las facturas no te queda otra”. La

Reconoce que, teniendo un invernadero, como en su caso, sí te puedes adelantar y que el producto tenga algo de precio, pero en el caso del proyecto exterior, está tirado de precio”. Admite que hay mucha competencia porque hay gente que planta en casa para ellos y regalan o reparte entre los familiares: “Por eso hay poca gente del campo que está dada de alta y con todo legal”.

De vocación agricultor en Moaña

Tomates en su invernadero de TIrán. / G.N.

Desde hace semanas, Uxío Soliño ve, como el resto de ciudadanos, cómo los tractoristas bloquean carreteras para reivindicar mejoras en el sector y dice que “tienen razón”. Asegura que en su caso es muy minorista y no está metido como otros grandes agricultores, pero “entiendo totalmente que la gente se queje. España tiene el mejor producto de Europa, por no decir del mundo, en huerta, por nuestras condiciones de clima, tanto el tomate de Almería, de la zona de abajo, como de arriba, pimientos o grelos...cada zona de España tiene buen clima para ciertos productos, pero la Unión Europea nos lleva metiendo caña con tratamientos que nosotros no podemos echar y compramos producto a otras zonas como África en donde no existe esa legislación y entran igualmente. No se entiende que en España teniendo ese requisito de la UE y África no, por qué se vende ese producto aquí”. Tampoco entiende que al agricultor se pague un producto a 40 céntimos y luego en tiendas esté a dos euros, como es el caso de tomates: “Es lo que me hace apoyar a los tractoristas allá”.

De vocación agricultor en Moaña

De vocación agricultor en Moaña / Cristina González

Uxío Soliño también deja claro que uno de los problemas del campo es que la mayor parte es ilegal, que su mayor competencia en el mercado, aunque también que le da igual, es que la gente no está dada de alta, como también que los supermercados venden tomate de Holanda que no vio nunca la luz del sol, tratados, retirados en verde, pinchados y metidos en cámara: “Aunque guardes un producto en una cámara a 4º no te duran más de una semana, no dos meses y los vendes y es cierto que muchos productos son vendidos así, dos meses después. Por eso que esta gente puede bajar mucho los precios y hace asfixiar al campo más pequeño de la zona, como también los ilegales como los furtivos en el marisqueo. Pero lo que ocurre es que los furtivos en el mar se miran mal, pero en la huerta no. Mucha gente lo hace en negro y se ve como normal. Son situaciones que no están controladas en Galicia”.

Censo agrario en O Morrazo

Según el último censo agrícola de Galicia, publicado por el IGE con datos de 2020, la comarca de O Morrazo cuenta con una superficie agraria utilizada (SAU) de 522 hectáreas, de las cuales el municipio con más superficie es Bueu, con 375; le sigue Moaña con 60 y por último Cangas, con 37. Al aire libre hay 519 hectáreas; mientras que tierras labradas son 38 hectáreas y cultivos leñosos (frutales, olivares, viñedos, leñosos no forestales y en invernadero) hay 96; pastos permanentes (no incluidos en la rotación de cultivos) hay 383 y huertas para el consumo, 4, aunque no figura ninguna superficie agraria en invernadero.

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