Un yacimiento neolítico obliga a retrasar las obras del aparcamiento disuasorio de Domaio

A principios de agosto, la Consellería de Infraestructuras anunciaba el inicio de las obras de ampliación del aparcamiento disuasorio de la PO-551 en Domaio, junto al puente de Rande, que se había adjudicado a la empresa Construcciones Obras y Viales (Covsa) por 791.269 euros. Casi un mes después la adjudicataria sólo ha podido proceder al vallado del espacio y desbroce del montículo que se va a dinamitar con el proyecto debido a que el ámbito de actuación está dentro de la zona de cautela de un yacimiento neolítico. Se trata del yacimiento de O Regueiriño. El proyecto del aparcamiento tiene autorización de Patrimonio aunque condicionada a la realización de unas catas arqueológicas cuyo proyecto ya está aprobado y que se ejecutarán de forma inmediata durante varias jornadas.

Desde la consellería explican que la tramitación entre la adjudicación de la obra y la firma del contrato se agilizó tanto que se juntó con el proyecto de prospección arqueológica, pero añaden que el retraso será sólo cuestión de semanas y confía en que los trabajos se puedan iniciar en octubre. En el caso de que resulten hallazgos, se planteará a Patrimnoio que será quien decida, aunque no se espera que aparezcan.

Según la ficha del yacimiento de O Regueiriño que figura en el Plan Xeral (PXOM) de Moaña,se trata de un asentamiento prehistórico del neolítico inicial/medio (inicios del IV milenio a.C.) de carácter habitacional y ocupación muy temporal, incluso se podría llamar campamento. Añade que este tipo de yacimientos se caracterizan por su temporalidad evidenciada en la escasez de restos tanto de cultura material como de estructuras, ya sea por la mínima inversión de recursos empleados en su construcción como por la naturaleza perecedera de los materiales. En la ficha consta que el yacimiento, cuya ubicación estratégica junto al mar podría tener un fin para la explotación de los recursos marinos, está casi totalmente destruido debido a la construcción del Corredor do Morrazo a principios del 2000.

El otro aparcamiento de San Lourenzo

La ampliación de este aparcamiento se hace muy necesaria ya que las 32 plazas que contaba hasta ahora se hacían escasas. Con la obra ganará hasta 75, incluyendo dos de ellas para movilidad reducida y tres con puntos de recarga para vehículos eléctricos. La consellería también tiene en proyecto, pendiente de adjudicación, la construcción de otro aparcamiento disuasorio en Domaio, en esta ocasión dentro de la Autovía do Morrazo, en el enlace de San Lourenzo, con 81 plazas. La Xunta tuvo que reformular el proyecto conforme los requisitos de Augas de Galicia debido a la existencia de un cauce.

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