Tres de las ocho farmacias de Moaña dejan de hacer guardias nocturnas ante la falta de servicio de urgencias

Moaña lleva desde abril de 2020 sin servicio de urgencias en el municipio y con sus profesionales trasladados al Punto de Atención Continuada (PAC) de Cangas. Cuando están cerca de cumplirse los tres años de una situación acordada en principio por la pandemia de COVID-19, se produce una nueva consecuencia de la misma. Y es que la Administración no tiene herramientas para forzar a las farmacias moañesas a seguir realizando las guardias nocturnas, pues este servicio está directamente ligado al PAC. En este mes tres de las ocho farmacias han decidido dejar de abrir las noches que les tocaba pasando, la farmacia de referencia de los moañeses, a estar en Cangas.

Así, en tres de cada ocho semanas los moañeses estarán sin botica abierta en la villa por la noche, teniendo que acudir a la que esté de guardia en Cangas para comprar sus medicamentos. Esta situación saltó a la luz pública este domingo, en la concentración semanal de la Mesa da Sanidade para reclamar el regreso de las urgencias. Llamó la atención sobre la falta de farmacia por la noche la teniente de alcaldesa, Marta Freire, que ayer mismo también confirmó que este problema está directamente relacionado con la carencia de urgencias.

La relación fue también confirmada a FARO por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Galicia, que explicó que no existía ninguna forma de obligar a ninguna apoteca de Moaña a mantener su apertura durante las noches. De hecho, desde el colegio señalan que las cinco que se mantienen dentro del sistema rotatorio de guardias lo hacen por voluntad propia y podrían dejarlo en cualquier momento. En los últimos tres años todas las farmacias habían aceptado seguir con las guardias pese a tener el derecho de dejarlo. Lo hicieron con la esperanza de que, como se informó en un principio, el traslado de las urgencias a Cangas fuese solo una “medida temporal” que se revertiría al calmarse las peores fases de la pandemia de coronavirus.

En abril los moañeses deberán ir a Cangas en 7 noches y en mayo en 14

Sin embargo, tres años han pasado y de momento no hay fecha para el regreso de las urgencias a Moaña. Por ello, tres de las ocho farmacias, las ubicadas en las parroquias y barrios del rural, han decidido dejar las guardias. Y es que lo habitual es que los usuarios de las urgencias acudan a la farmacia más cercana, en este caso en Cangas, a buscar los medicamentos que les recetan en el PAC, de ahí que no compense sobre todo a las boticas más alejadas del casco urbano.

Las farmacias de Meira, en el entorno de la Porta do Sol; de Domaio; y de Abelendo son las que salieron del sistema de guardias. Se mantienen las cinco del centro urbano, incluyendo las dos de la Avenida Concepción Arenal, la de la calle Daniel Castelao todavía en Tirán, la cercana a los Xardíns do Concello y la de la Avenida da Xunqueira.

Este mes los moañeses están sin farmacia en horario nocturno durante 14 días consecutivos. El problema comenzó el 17 de marzo y se prolongará hasta el día 30. El viernes 31, por su parte, regresará el servicio durante varias semanas, comenzando por la farmacia Landeiro de Concepción Arenal. Hoy mismo la apoteca de referencia para los moañeses por la noche es la de María Antonia Cordeiro López, en la Avenida de Bueu 7, en Cangas.

A lo largo del mes de abril los moañeses estarán sin farmacia de guardia en la localidad a lo largo de siete días seguidos, entre el 21 y el 27 del próximo mes. En mayo, por su parte, volverán a ser 14 días consecutivos en los que Moaña carezca de botica operativa por la noche, entre el 12 y el 25.

El problema saltó a la luz en la concentración del domingo

El problema se mantendrá hasta que la villa recupere el servicio de urgencias. De momento solo está garantizado que lo tendrá el próximo año, cuando finalicen las obras de construcción del nuevo centro de salud de Sisalde, que deben comenzar antes del verano.

Consultorio de Meira

Otra de las consecuencias de la pandemia en Moaña fue el cierre del consultorio de Meira, con sus usuarios derivados al centro de salud de Domaio. Desde hace tres años el Concello sigue pagando el alquiler del local a razón de 629,96 euros al mes, con la intención de que este espacio sanitario vuelva a reabrirse, tal y como se anunció con el cierre. Son ya unos 23.000 euros de dinero público los gastados en una instalación sin ningún tipo de uso.

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