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40 años de un crimen que conmocionó a Bueu y Galicia

El lunes se conmemora el aniversario de la desaparición de Rosa María Juncal, asesinada por su novio y hallada tras casi 100 días

Vecinos en el lugar donde apareció enterrado el cuerpo de Rosa María Juncal, en Marín, en diciembre de 1982.. Llanos

El lunes se cumplen 40 años de la desaparición de la joven de Bueu Rosa María Juncal, que fue encontrada muerta y enterrada al cabo de 99 días en una finca de la familia del que era su novio, Juan Manuel “Nolo” Crespo Fernández, natural de Marín. Aquel caso generó una gran indignación social y una crónica de FARO de aquellos días aseguraba que hasta 5.000 personas se concentraron delante de la casa familiar del autor del crimen. Lanzaron piedras, rompieron ventanas y algunos llegaron a entrar en el inmueble arrasando todo lo que encontraron a su paso. Fue el resultado de casi 100 días de angustiosa incertidumbre, una búsqueda en la que según una crónica de FARO intervinieron hasta las “meigas”

Ahora que se cumplen cuatro décadas de aquel suceso el periodista de investigación Celestino Viéitez está a punto de publicar un libro titulado “El asesinato de Rosa María Juncal”, que se presentará mañana domingo a las 12.00 horas en el Centro Social do Mar de Bueu. El autor estará acompañado por el antiguo responsable de Informativos e Programación de la Televisión de Galicia, Xosé Durán.

Portada de FARO del 8 de diciembre de 1982, con la detención de Nolo Crespo. | // FDV

El autor trabajaba entonces en uno de los periódicos de la ciudad de Pontevedra y formó parte de un equipo de investigación periodística para intentar esclarecer que había ocurrido con Rosa María Juncal, que en el momento de su desaparición tenía 18 años. “Aquel fue un trabajo pionero de periodismo de investigación en la prensa gallega, realizado cuando la democracia aún comenzaba andar”, destaca. Junto a él trabajaron Luis Portas, Sprinter, Elena Calles y el director de su periódico, Pedro Antonio Rivas Fontenla. “Dos de ellos ya han fallecido y el tercero cuenta con una avanzada edad, pero yo todavía me encuentro con fuerzas para colocar las cosas en su sitio”, asegura. Como el hecho de precisar que el peso de la investigación no fue de la Guardia Civil, sino de la Policía Nacional a través de comisario Casas y de los inspectores Castillo y Manuel Rodríguez.

Noticia del 7 de diciembre de 1982, con el entierro de Rosa María Juncal. | // FDV

El periodista recuerda que hubo varias pistas que de alguna manera ayudaron a esclarecer la desaparición de Rosa María Juncal, que desde el inicio parecía claro que no había sido voluntaria. La primera de esas pistas fue que había contradicciones en los movimientos que Nolo Crespo aseguró haber realizado en Seixo. Viéitez recuerda con claridad que en una ocasión se reunieron con Nolo Crespo en su vivienda, con la madre del joven presente en todo momento. En aquel entonces el chico tenía 17 años y se caracterizaba por ser un excelente estudiante. “Durante la entrevista no dejaba de ver hacia la vaguada del lugar de O Campo, por donde pasaba el río Loira [en Marín]. En aquellos momentos creo que supe que si Rosa María Juncal estaba muerta estaría enterrada allí”, rememora ahora Viéitez.

Aquel equipo periodístico peinó toda la zona, preguntando casa por casa, “como hace la Policía inglesa”. En esas entrevistas recuerda que dieron con un testimonio clave. “Era una mujer que en la tarde que desapareció Rosa María estuvo calcetando toda la tarde en el balcón de su casa y nos aseguró que no vio en ningún momento a Nolo ni a Rosa sentados en las escaleras de la plaza de Seixo, tal como aseguraba el chico”, explica el veterano periodista. Esa declaración fuese detenido en primera instancia y que pasase 72 horas en el calabozo.

Otra noticia del 7 de diciembre de 1982 sobre el entierro de la joven de Bueu. | // FDV

Según Celestino Viéitez, Nolo Crespo habría asegurado que días antes de la desaparición un tío de la víctima lo había amenazado de muerte. Aseguró que fue cuando se dirigía a una librería a comprar un equipo de dibujo. Viéitez y sus compañeros decidieron corroborar esas explicaciones y se desplazaron al establecimiento. Al principio los empleados aseguraron que era “imposible” acordarse, pero cuando se preciso que la supuesta compra había sido en agosto la declaración cayó por su propio peso. “Era imposible que alguien comprase ese material en agosto, sería como comprar una nevera en el Polo Norte”, explica el periodista con gran precisión. Aquella compra sí que llegó a producirse, pero en una fecha posterior a la que había declarado Nolo Crespo. “Con eso nosotros ya íbamos un poco por delante y ya estábamos planificando la búsqueda del cadáver en la vaguada de A Torre. Después de hacer reconstrucciones imaginarias ubicamos el cuerpo en la zona derechas”, recuerda Celestino Viéitez. Su intuición era cierta y solo falló por pocos metros. “Estaba en el margen izquierdo, a 200 metros de donde nosotros señalamos”, precisa.

El periodista Celestino Viéitez, que investigó el caso y presentará un libro en Bueu con motivo del 40 aniversario del crimen.

El periodista Celestino Viéitez, que investigó el caso y presentará un libro en Bueu con motivo del 40 aniversario del crimen.

El triste hallazgo se produjo el 5 de diciembre de 1982 y con toda su coartada por los suelos Nolo Crespo confesó que había matado a su novia –la apuñaló en el cuello, a la altura de la yugular– porque ella creía que estaba embarazada. Cavó durante horas la fosa donde iba a enterrar a la joven y aprovechó que estaba distraída viendo una trucha para apuñalarla. Sin embargo, la posterior autopsia concluyó que Rosa María Juncal no estaba en cinta.

Vecinos delante de la fosa en la que Nolo Crespo enterró el cuerpo de Rosa María Juncal. Llanos

A la hora de rememorar aquellos meses, el periodista de investigación recuerda que un taxista de Bueu llegó a estar detenido durante una horas como sospechoso de la desaparición, que tres vecinos fueron procesados por intentar destrozar la vivienda familiar de Nolo y que en primer aniversario del crimen hubo quien intentó quemar la casa, que además apareció llena de grafitis.

Crónica de FARO del 9 de diciembre de 1982 con el asalto a la casa de Nolo Crespo. | /FDV

Algunas de las crónicas periodísticas del momento aseguran que al entierro de Rosa María Juncal, en el cementerio de Cela, acudieron hasta 10.000 personas. El triste hallazgo fue a pocos días de las navidades de 1982 y según explica Celestino Viéitez Nolo Crespo llegó a enviar dos postales. En una decía: “Mi odio hacia ti no es tan grande como alguien cree”. Y en la otra escribía: “Pídele a los Reyes que nos sigamos viendo y odiando como hasta ahora”.

¿Y qué fue después de Nolo Crespo, que antes del crimen había sido el mejor alumno del colegio de San Narciso y del centro de formación profesional de Chan do Monte? “A los cuatro años del crimen ya disfrutaba de permisos carcelarios, en 1986 aparece en una entrevista en televisión junto al director de la cárcel de Monterroso y se negó a responder si estaba arrepentido. Y en 1991 participa en el secuestro de un industrial de Madrid y lo detienen cuando lo trasladaban a Valencia”.

Hay quien dice que estudió Derecho, pero es un dato que no llegó a confirmarse pese a consultar a la mayoría de los colegios de abogados de España.

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