Un barco de recreo francés lanzó una llamada de auxilio o “mayday” a última hora del jueves, cuando se encontraba fondeado en el entorno de Punta Couso, en Cangas, y fue necesario un amplio despliegue para resolver una situación potencialmente muy peligrosa. El ancla de la embarcación se quedó enganchada al fondo y los tripulantes no eran capaces de levarla de nuevo. El incidente ocurrió a la hora en que se levantó una tormenta, con fuertes vientos en el mar que amenazaban con dejar al barco sin gobierno muy cerca de las rocas.

El operativo incluyó la movilización de una lancha de la Guardia Civil, otra de Aduanas, la “Salvamar Mirach” de Salvamento Marítimo e incluso el helicóptero “Pesca 1” del Servizo de Gardacostas de Galicia. En la maniobra de rescate también participaron varios barcos de pesca que estaban en las inmediaciones y gracias a la pericia los tripulantes del “Emaica Uno”, de Bueu, se pudo liberar el ancla y remolcar el yate sin ningún tipo de daños.

El barco de recreo estaba fondeado frente a Punto Couso y cuando se levantó la tormenta los ocupantes no fueron capaces de subir el ancla, por lo que lanzó la llamada de auxilio. El lugar en el que estaba tenía poco calado –entre cuatro y cinco metros– y las lanchas de la Guardia Civil y de Aduanas no podían acercarse. La tripulación de Aduanas largó una zodiac y pudo rescatar a la pareja que viajaba a bordo para ponerla a salvo mientras se esperaban más medios.

Posteriormente, los tripulantes de la planeadora “Emaica Uno” consiguieron liberar el ancla y la “Salvamar Mirach” se encargó de remolcar el barco de recreo hasta el puerto de Bueu. La situación quedó en un susto y ayer pudo retomar su travesía.