Una quincena de vecinos del vial de A Choupana. en Cangas, hizo guardia desde primera hora de la mañana de ayer en la carretera, para impedir, como habían anunciado, la subida del camión cisterna de propano a la casa de una familia que desde hace tres meses intenta suministrarse, sin éxito, de gas para la calefacción y el agua caliente de su vivienda, por la oposición del vecindario a que el camión cisterna acceda por el peligro a que el peso del vehículo derrumbe muros.

El camión de propano, al fondo del vial de A Choupana. | // S.Á.

No hizo falta que los vecinos recurrieran a la fuerza para impedir el paso del vehículo. A las diez de la mañana dos coches de la Policía Local llegaban al lugar -la previsión era que la cisterna llegara entre las 10:00 y 11:00 horas-, y los agentes disuadieron al conductor para que no subiera. Pese a que desde el Concello, la Policía había dado autorización durante la semana, de hecho el viernes se colocaron vallas para impedir aparcar a los vecinos con el fin de facilitar el paso del camión, ayer se dio marcha atrás por el excesivo peso del vehículo, de 18 toneladas (18.000 kilos), 14, 5 kilos más de los que permite la señal que limita la circulación a 3,5 t. La Policía había accedido al paso del camión en base a un informe del arquitecto municipal que permitía el acceso puntual y que en caso de daños correrían por cuenta de la empresa.

Esta situación agravó la tensión en el barrio y que los vecinos salieran a la calle con el fin de evitar por la fuerza el paso del vehículo. Un representante de la empresa distribuidora del propano llegó a la zona, antes de que lo hiciera el camión y los vecinos le mostraron la situación de inseguridad del vial, con peligro de derrumbe si pasa un vehículo de más de las 3,5 toneladas.

La alcaldesa de Cangas, Victoria Portas, asegura que su intención es resolver este conflicto mediante una resolución de acuerdo a lo que digan los informes técnicos. Por esta razón, pidió que el arquitecto municipal y el jefe de la Policía Local se reúnan hoy en el vial de A Choupana y valoren la situación para realizar un informe definitivo. Por el momento, rechaza realizar más valoraciones que inclinen la postura del Concello bien a favor de los vecinos o de la familia que necesita el propano para la calefacción y el agua caliente de su vivienda.

La versión del propietario afectado

Mientras tanto, el propietario de la casa afectada asegura que él mismo dio orden ayer a la empresa para que el camión diera la vuelta ya que asegura que no quiere tener más enfrentamientos ni polémicas con los vecinos por un asunto que considera que se está magnificando.

Asegura que no es cabezonería suya que suba el camión de propano de este tonelaje, sino que las empresas de gas no disponen de otros más pequeños para este servicio, pero aclara, en contra de lo que dicen los vecinos, que el camión no es de 30 sino de 18 toneladas. La empresa que le suministra a él es Cepsa y asegura que intentó por todos los medios encontrar una suministradora que tuviera camiones más pequeños, pero no existen. Añade que a la Policía Local le comunicó que había buscado camiones de 7 toneladas como el que suministra a una vecina, pero le confirmaron que solo los había para gasóleo, no para gas.

Insiste en que no quieren tener problemas, que él es una persona de 70 años y enfermo de corazón, que su mujer tiene 66 y que desde que viven en la zona, hace unos 7-8 años, nunca habían tenido rencillas con el vecindario, salvo algún problema cuando el constructor les hacía la casa mientras ellos residían en el sur y les trasladó que había jaleo. Ahí fue cuando, a lo mejor, se colocó la señal. Pero insiste en que no habían tenido enfrentamientos hasta hace tres meses cuando los vecinos empezaron a impedir el paso del camión de propano. Con la de ayer ya es la cuarta vez que intentan suministrarse de gas para la calefacción y el agua caliente de su casa, sin conseguirlo. Las tres ocasiones anteriores fue por la oposición de los vecinos. Es por eso que había pedido la intervención del Concello y también recurrió al Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, que ha solicitado al Concello que informe sobre el caso. Pensó que con el informe del arquitecto municipal que permitía de manera puntual el paso del camión, ya estaba solucionado, por lo menos para suministrarse este invierno, pero no ha sido así.

Hasta el momento para calentar la casa han ido tirando con algo de leña y con un resto de gas para el agua caliente, pero la caldera ya está solo con 10 litros cuando la indicación de la empresa es pedir más propano cuando llegue a los 100.

Reconoce este propietario que si no puede pasar el camión tendrá que buscar otra alternativa para llenar el depósito o cambiar el sistema de calefacción y agua caliente. Ayer asegura que cuando vio a los vecinos concentrados en el vial se acercó para hablar con ellos, pero se negaron.

“En otras zonas de Galicia, hay resoluciones de Alcaldía”

El conductor de uno de estos camiones cisterna de GLP (gas licuado de petróleo) asegura que en todo el rural de Galicia sucede lo que en Cangas, con carreteras con límite de tonelaje, estrechas por donde hay que pasar a las viviendas, pero reconoce que no tienen ningún problema de oposición vecinal como el de A Choupana. Asegura que cuando hay un vial con limitaciones, siempre se arreglan con una resolución de la alcaldía de cada Concello que permite el paso puntual del vehículo, porque de otra manera no se podría llevar el propano a las casas y que, en general, no suelen tener problemas.

Explica que por logística no pueden trabajar con vehículos de menos de 18 toneladas ya que el gas es mucho más complicado de transportar que el combustible líquido. El suministro en A Choupana en Cangas es de Cepsa, que tiene central en A Coruña y base en Maside (Ourense). Añade que cualquier empresa de distribución contratada tienen estos vehículos, no más pequeños.

Comprar el propano en botellas

En el caso de A Choupana, la única solución que le quedaría al propietario de la vivienda afectada es comprar el propano en botellas. Existen dos tipos, pequeñas, de 11 kilos; y medianas, de 35 kilos; aunque se trata de un sistema muy anticuado y poco operativo, ya que el depósito de esta casa tiene capacidad de 400 litros y para que funcionara tendrían que adquirir cada mes seis bombonas grandes.

Con el sistema actual, la familia llena el depósito en una o dos ocasiones, como mucho, al año y el servicio no supone más de media hora, aseguran las fuentes consultadas. No entienden, viendo otras situaciones en Galicia, como en el caso del conflicto de A Choupana, el Concello permite que sean los vecinos los que deciden que le camión no pasa, a tenor del último informe técnico municipal que permitió el acceso puntual del camión. Dicen que pueden llegar a entender la preocupación de los vecinos por el tonelaje, pero también entiende que hay desconocimiento. Ponen como ejemplo el suministro que se hace a un hotel en Caldas, en pleno centro, y el Concello corta la calle.