Por segundo año consecutivo la flota de Bueu y de la Ría de Pontevedra no saldrá a faenar vieira. La Cofradía de Pescadores San Martiño de Bueu ha renunciado a la campaña para la extracción de este molusco ante la ausencia de demanda por parte de los comercializadores con los que ha trabajado en estos últimos tiempos. La existencia de una producción más que suficiente en la Ría de Arousa ha borrado cualquier posibilidad de que los buques buenenses retomasen una actividad a la que se dio una nueva vida en 2014 tras dos décadas en el olvido.
La campaña de la vieira está completamente supeditada a las necesidades de las comercializadoras con las que ha trabajado la Cofradía de Pescadores, y que son las únicas del entorno más próximo con la infraestructura necesaria para proceder al eviscerado del producto y ponerlo en valor antes de enviarlo al consumidor final. Bueu vendió producto en estos años a Mariscos Veiro y a Porto Cambados, pero ahora solo resiste esta última en el mercado. Vinculada directamente a la cofradía cambadesa, se provee de las capturas realizadas por los barcos de allí y, en su defecto, de la Ría de Arousa. Solamente cuando la demanda es elevada recurre a otras flotas, como ha sido el caso de la buenense. Pero este año esa necesidad no se ha producido.
En Bueu se asume con resignación una situación que se ve como “lógica”, pero no se esconde el impacto negativo a diferentes niveles que tiene el prescindir de la habitual campaña de vieira de los meses de diciembre y enero. Además de la rentabilidad económica lograda por los entre seis y ocho barcos de Bueu y de otras partes de la Ría de Pontevedra que acudían a esta pesquería, se conseguía paralelamente descongestionar otras. “Todo lo que sea diversificar y tener una alternativa es bueno, sea mucho o poco el provecho que se le quite”, subraya el patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas. Pero no solo eso, sino que desde la cofradía buenense siempre se ha defendido la labor realizada por los barcos de la vieira gracias al movimiento realizado en los fondos que permitía regenerar los mismos. “Es un cúmulo de beneficios”, sentencian.
La comercializadora tiene suficiente producto sin necesidad de recurrir a los bancos de la Ría de Pontevedra
Como telón de fondo permanece la vieja aspiración de contar con una planta de eviscerado propia que permitiese comercializar de forma directa el producto extraído en los caladeros buenenses. Pero Rosas reconoce que, más una aspiración, es un sueño hoy por hoy muy complicado de convertir en realidad. “La producción de la Ría de Pontevedra no es como la de Arousa. Habría que acometer un fuerte desembolso económico con una inseguridad clara, porque si estuvimos 20 años si ir, ¿quién te asegura que no puedes estar otros 20?”, razona el patrón mayor buenense, que insiste en que “hay que tener los pies en la tierra”. La producción de la Ría de Pontevedra en solitario sería insuficiente para poder rentabilizar la inversión.
La vieira regresó a la lonja de Bueu en diciembre de 2014 después de 20 años de cierre de la pesquería a causa de la toxina. La que fuera una de las enseñas de la cofradía de Bueu volvía a la primera línea, aunque con unas exigencias (su evisceración para eliminar las zonas donde se concentra la toxina) que hacían inviable la venta directa. Por ello, la salida a faenar era sobre pedido para entregar el producto a la comercializadora Porto Cambados. La campaña 2015-2016 quedó frustrada por la aparición nuevamente de la toxina, pero se retomó en la 2016-2017. Después de tres campañas seguidas, ni el año pasado ni este ha habido presencia del apreciado molusco en la lonja buenense.
