Moaña está de luto. El final de año llega acompañado de una triste noticia en el municipio. Y es que Francisco Ferreira –Paco para sus amigos–, afincado en este municipio desde hace décadas y uno de sus más reconocidos activistas sociales falleció ayer por la mañana, tras pasar los últimos años luchando contra una enfermedad. Aunque nació en Vigo en 1951, se trata de uno de los activistas más conocidos de Moaña, implicado siempre en decenas de causas.
Ferreira ha sido uno de los impulsores y mayores activos de la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública, además de presidir durante años la Asociación de Veciños de Tirán e incluso la plataforma “A Chamusca”, que unificaba a casi todos los colectivos vecinales de los distintos barrios y parroquias de Moaña. Desde el tejido asociativo trabajó también en la defensa del transporte público marítimo y en la exigencia de una mejora de sus condiciones. Aunque siempre se consideró vecino de Tirán, pasó sus últimos años en una casa en O Piñeiro, en contacto con la naturaleza y con la habitual compañía de sus hijos y nietos. Participó también en política, primero desde el BNG y después en otras plataformas vinculadas al nacionalismo como Anova.
Las reacciones al fallecimiento de Francisco Ferreira no se hicieron esperar y desde la Plataforma en Defensa da Sanidade su portavoz, Concha Trigo, mostró el “pésame a su familia y a todo el movimiento asociativo que ayudó a crear y en el que participaba activamente”. Para esta plataforma la trayectoria de Ferreira demuestra que es “uno de los indispensables que existen en el mundo” y le agradecen “de forma infinita” su trabajo por la sanidad pública. “Seguiremos defendiendo ese modelo y reclamando que la atención primaria tenga prioridad para los gobiernos”.
Precisamente el último acto con la participación pública de Francisco Ferreira fue en defensa de la sanidad, cuando participó en el simbólico corte de la histórica pancarta que reclamaba el centro de salud en Moaña, al estar ya las obras de los terrenos encaminadas y el proyecto de ejecución en fase de redacción.
La alcaldesa, Leticia Santos, hizo pública ayer su pena recordando su “legado de hombre luchador y tranquilo, la calma de quien defiende la verdad y la justicia”. La actual regidora reconoció en sus redes sociales haber “aprendido mucho” de Ferreira y aseguró que siempre le estará “agradecida por su labor en la defensa de los derechos de los vecinos”. Finaliza con una alusión más personal, asegurando que “algún día nos encontraremos en alguna lucha justa”.
También se pronunció el propio BNG, partido en el que Ferreira militó durante años. “Sin duda Paco nos acompañó en la lucha social y supo ganar los afectos y el respeto de todos los vecinos”, señala la formación frentista. Aplaudió la participación y liderazgo de tantas asociaciones gracias a su “compromiso con la defensa de los derechos colectivos”. Los nacionalistas hacen hincapié en la contribución esencial de Ferreira para que Moaña tenga hoy firmado un convenio con Sanidade para el futuro centro de Salud, y también para que el Camiño Real “se convirtiese en una realidad”.
Este año fue homenajeado por la Asociación de Veciños de Tirán y por la Plataforma da Sanidade. En octubre, en su última entrevista para FARO, Ferreira recordaba la importancia de luchas como la emprendida contra el parque eólico de Domaio, contra la subestación de eléctrica en Trigás o por los accesos de Tirán al Corredor do Morrazo.
En esa entrevista el activista también dejó claro lo que Tirán representaba para él: “Esta parroquia significó empaparme del calor de los vecinos, la identificación con ellos y regalarme 15 años de una actividad intensa y gratificante”.
Ahora Moaña pierde a uno de los grandes artífices de que el asociacionismo sea una característica de la villa y su ausencia se sentirá con fuerza en decenas de movimientos y reivindicaciones.
