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Beluso contra la hierba de la pampa y el eucalipto

Comuneros y voluntarios trabajan en la retirada de la conocida como hierba de la pampa. C.M.B.

La Comunidade de Montes de Beluso por fin consiguió celebrar la tercera jornada de limpieza de especies invasoras, que probablemente será la última hasta la próxima primavera. El primer enemigo al que se tuvieron que enfrentar no fue la “cortadeira” o hierba de la pampa ni el eucalipto, que eran los objetivos en el punto de mira, sino la meteorología. Hasta en dos ocasiones tuvieron que aplazar los trabajos por culpa de las previsiones meteorológicas, hasta que este fin de semana por fin pudieron sacar las herramientas. Como se suele decir, a la tercera fue la vencida.

Voluntarios y comuneros en el momento de la merienda a un lado de la PO-315. C.M.B.

Las dos primeras salidas se centraron en el entorno de Cabo Udra, una de las áreas paisajísticas más importantes de Bueu y de la comarca de O Morrazo. Esta vez los trabajos se centraron en la franja de monte comunal que discurre desde Nocedo hasta el límite con la parroquia canguesa de Aldán por la carretera PO-315, inclinándose hacia Borrallido. “Los objetivos eran la hierba de la pampa, que es una especie alóctona, y el eucalipto, que estaba creciendo en lugares donde plantamos roble y castaños”, explican desde la directiva comunal. Su tala y corta es obligada también por la ley de protección contra incendios de la Xunta de Galicia.

En los trabajos participaron seis comuneros y casi una decena de voluntarios, bastantes de ellos llegados desde el área de Vigo. “A pesar de que ya hay menos horas de luz se pudo limpiar bastante. La hierba de la pampa se corta y se mete en bolsas o, cuando es posible, primero se le coloca la bolsa y luego se corta para evitar que se dispersen las semillas”, explican. Entre tanto trabajo también hubo tiempo para un alto en el camino para merendar y reponer fuerzas. “Este tipo de jornadas de alguna manera sirven para fomentar el trabajo colectivo y el espíritu de comunidad”, destacan.

Otro momento de la limpieza de los montes comunales de Beluso. C.M.B.

En las jornadas anteriores los esfuerzos se concentraron en la erradicación de las acacias, otra especie invasora muy extendida por los montes de la comarca. Esta planta es muy abundante en el entorno de Cabo Udra, donde los comuneros disponen de uno de sus lugares más emblemáticos. “En este caso lo que hicimos fue arrancar la corteza de la planta. De esta manera se consigue cortar la circulación de la savia que la alimenta y se la debilita, por lo que la acacia va perdiendo fuerza”, explican desde la Comunidade de Montes de Beluso. La gran ventaja de este método es que se evita la aplicación de productos fitosanitarios.

Las siguientes batallas contra las invasoras serán probablemente a partir de primavera, tal como aconseja el propio ciclo natural de las plantas.

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