Un incendio calcinó ayer el interior de una pequeña vivienda vacacional situada en el lugar de Rabáns, en Vilanova, en el entorno de Punta Alada (Cangas). Afortunadamente los daños fueron únicamente materiales porque en el momento de los hechos los dueños se encontraban fuera del inmueble. La teoría que se maneja es que el origen del fuego pudo deberse a un cortocircuito en el calentador de agua.

La alerta saltó alrededor del mediodía, cuando se advirtió de la presencia de humo en la construcción. Enseguida se alertó a los Bombeiros do Morrazo, Grupo de Emerxencias Cangas-Protección Civil, Policía Local de Cangas y Guardia Civil. Las labores de extinción estuvieron condicionadas por los complicados accesos al lugar, que impidieron que los vehículos de extinción pudiesen llegar hasta el propio lugar. Así, bomberos e integrantes del Grupo de Emerxencias Cangas tuvieron que extender las mangueras más de un centenar de metros para poder sofocar el fuego. Hasta el lugar se desplazó el vehículo de primera intervención de Protección Civil y dos dotaciones de los Bombeiros do Morrazo.

Los servicios de emergencias en un primer momento temían que en el interior de la edificación hubiese alguna persona porque en la parte trasera había un vehículo estacionado, pero sus propietarios habían salido a primera hora de la mañana a realizar la compra.

Una vez extinguido el fuego también accedieron a la construcción adosada por si el incendio se había propagado también al interior. En este caso solo había daños leves, como el desprendimiento de azulejos y presencia de humo.

Los investigadores deben determinar ahora el origen del incendio. La principal hipótesis, tal como trasladaron los técnicos a los propietarios, es que pueda estar relacionado con un cortocircuito vinculado al calentador.

La construcción es una segunda residencia para la temporada estival y sus propietarios residen habitualmente en la ciudad de A Coruña.