La toxina ha obligado a los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) a cerrar todos los polígonos de la ría de Vigo entre el viernes y el sábado, lo que frenó en seco la campaña de exportación de mejillón al mercado italiano, que la semana anterior había comenzado con fuerza, aunque con menos producto que en campañas anteriores debido a que, desde el inicio de la pandemia, se mantiene una altísima demanda de bivalvo para conservas que hizo que los productores de mejillón pusiesen en el mercado muchas toneladas de producto a lo largo de este verano.
Desde finales de agosto estaban cerrados los polígonos ubicados frente a Nerga y Liméns –Cangas F, Cangas G y Cangas H– y el resto de la ría cerró el pasado fin de semana. Desde el sector temen que el episodio de toxina se prolongue más de una semana y les afecte a la campaña de exportación. Ayer, los balandros amarrados en los muelles de Moaña y Domaio acudieron a los viveros para trabajar en el embolsado de mejillón para, si cambia la situación, poder llevar a puerto el mejillón y cargar los camiones.
“Nos toca esperar, pero esperemos que por lo menos los polígonos situados frente a Domaio y San Adrián reabran lo antes posible”, explican desde una de las cooperativas.
Esta situación se suma al cierre de los dos sectores de Aldán desde el 24 de agosto y al cierre, desde mediados de agosto, de los polígonos ubicados frente a Bueu en la ría de Pontevedra.