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Bueu cierra 2020 con remanente negativo por los gastos del Covid-19

Julio Villanueva y Félix Juncal, edil de Facenda y alcalde de Bueu, respectivamente. | // SANTOS ÁLVAREZ

El Concello de Bueu cerró el pasado ejercicio con un remanente negativo de tesorería de 48.300 euros, consecuencia directa del incremento de gastos que hubo que asumir en el año más complicado de la pandemia del Covid-19. Así se refleja en la cuenta general del año pasado, que esta misma semana ha sido presentada en la Comisión Especial de Contas para la valoración de los diferentes grupos políticos. El gobierno local rompe de este modo una tendencia de tres años en la que su tesorería había cerrado con balance positivo, pero se muestra satisfecho por la situación económica de las arcas municipales y por el haber reducido de forma considerable los reconocimientos extrajudiciales de crédito.

“Es el primer remanente negativo en cuatro años pero con el coronavirus hubo que asumir un gasto extra de limpieza en los centros escolares y gastar más en la organización de eventos”, explica el edil de Facenda y vicealcalde, Julio Villanueva, que también recuerda que aunque las cifras de 2019 acabaron en positivo, “también es cierto que hubo que hacer reconocimientos de crédito por valor de 316.000 euros, mientras que el año pasado fue de solo 167.800 euros”. El remanente total de Bueu en 2020 fue de 1,3 millones de euros, pero se le restaron casi 600.000 euros de remanente para financiación afectada (entradas de crédito destinadas a obras determinadas) y otros 753.000 euros de saldos de dudoso cobro, dejando el remanente de tesorería para gastos generales en los -48.300 euros.

El saldo fue de -48.300 euros pero se redujo el importe de los reconocimientos extrajudiciales de crédito a solo 167.869 euros

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Para el alcalde Félix Juncal la cuenta refleja “la línea progresiva que se sigue desde hace una década, con indicadores de la salud financiera del concello” y subrayó que era la primera cuenta que se aprobaba “con la deuda financiera cancelada por completo”. El regidor recuerda el esfuerzo importante que hubo que hacer en materia de gasto pero también la reducción en los reconocimientos extrajudiciales de crédito.

Otro de los factores que sufrió una cierta desviación fue el periodo medio de pago a proveedores, que en el último trimestre del año pasó a ser de 56, 52 días, incrementándose con respecto a los 36,17 del mismo periodo del ejercicio anterior. La razón hay que buscarla nuevamente en el aumento de las obligaciones de gasto y en la existencia de proyectos que requerían de una gran inversión, como el de la piscina municipal. Esto supuso que el concello tuviese que adelantar en algunos momentos el pago de certificaciones de obra, con el consiguiente impacto sobre la tesorería municipal.

Juncal subraya que la situación financiera del concello es de “absoluta estabilidad”, en lo que viene a ser “una constante” en los últimos tiempos, con el hito de haber amortizado de forma anticipada la deuda en casi tres años, saldándola a principios de 2020 cuando inicialmente finalizaban los pagos a finales del año 2022.

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