Las excavaciones en el atrio de Santo Domingo ponen al descubierto una tajea del siglo XVIII

Los trabajos arqueológicos de ayer pusieron al descubierto toda la tajea, de un metro de profundidade, en el atrio de Santo Domingo. |   /S.Á.

Los trabajos arqueológicos de ayer pusieron al descubierto toda la tajea, de un metro de profundidade, en el atrio de Santo Domingo. | /S.Á. / Juan Calvo

Los trabajos arqueológicos que comenzar ayer en el entorno del la capilla de Santo Domingo, con motivo del acondicionamiento del Camiño Real, no localizaron más restos óseos que los que había aparecido cuando empezaron las obras:pequeños huesos en una especie de depósito con apariencia de tumba. Si que los trabajos arqueológicos pusieron al descubierto completamente la tajea, esa canalización de piedra que teóricamente conducía agua de una mina y que puede datar de la misma fecha de la capilla de Santo Domingo, del siglo XVIII. El encargado de las excavaciones arqueológicas, Benito Vilas, de la empresa Árbore Arqueoloxía, señala que la tajea es muy grande, con un metro de profundidad. Apareció también una piedra en el medio que no se sabe muy bien su función, aunque se supone que pudiera servir para cortar el suministro. En las excavaciones no aparecieron más estos óseos, pero sí clavos grandes de la época y varias tejas. Los trabajos arqueológicos continuarán a lo largo de la semana, pero prácticamente se descarta que hubiera tumbas en esta zona, por lo que es muy difícil que estos hallazgos vayan a suponer la paralización del acondicionamiento del Camiño Real.

Patrimonio lo que pretende exactamente es continuar excavando para asegurarse de que no hay restos humanos, al mismo tiempo que pretende que se documente bien la tajea de piedra que apareció en los trabajos.

Algunos vecinos habían oído hablar de enterramientos, pero ninguno recuerda tumbas en el atrio de la capilla, ni oido hablar de ello a sus antepasados. Claro que este pequeño templo es del siglo XVIII.

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