La empresa conservera Lago Paganini de Cangas se ha visto obligada a parar su planta en el polígono de A Portela, por lo menos hoy y mañana, ante la aparición de un brote de COVID-19 en seis trabajadoras. La empresa optó por esta medida de precaución para proceder a la desinfección de las instalaciones y ante la preocupación que había en la plantilla, formada por 80-90 trabajadores, entre la fábrica y las oficinas.

En un principio se sospechaba que el brote pudiera haberse producido en seis trabajadoras que se desplazan en un vehículo compartido hasta la planta de A Portela. Por contra, las personas que utilizan esta furgoneta aseguran que solo dos mujeres han dado positivo, pero "el problema no viene de la furgoneta"

Desde la empresa aseguran que en la jornada de hoy se ha hecho test de PCR a todo el personal y se está a la espera de los resultados. Confían en que el brote esté controlado y que el lunes se pueda retomar la actividad.