La Consellería de Medio Ambiente ya ha resuelto la indemnización a favor de la Comunidad de Montes de Meira por los daños que dos ataques de lobo provocaron en el rebaño de cabras que tenían los comuneros en el monte. La entidad recibirá una indemnización de cerca de 400 euros por la muerte de 11 cabras en sendos ataques ocurridos el 30 de marzo y el 14 de abril del año pasado. El lobo fue visto por uno de los trabajadores de la Comunidad de Montes que pastoreaba el rebaño. Uno de ellos ocurrió cerca de la pista de A Moscosa que conduce a Chan de Arquiña; y el segundo en una pista forestal en Camporredondo. En esta última pista es en donde el lobo fue visto. En esta ocasión fue visto por uno de los peones forestales cuando realizaba su turno de pastoreo con el rebaño de 150 cabras, con la ayuda de los tres perros con los que conducían y protegían a los animales bovinos: los mastines “Lúa” y “Noé” y el border collie “Pastor”.
En el primer ataque el lobo había actuado de noche y dejó un reguero de 10 cabras muertas El segundo fue por la tarde, a cinco metros del pastor, y mató un ejemplar.
Aunque los ataques de lobo no habían vuelto a la zona desde las últimas batidas en los años 70, el confinamiento domiciliario por la pandemia del COVID-19, que justo empezó en esa época, propició que algunos ejemplares de lobos se adentraran hasta los montes de la península de O Morrazo, cerca del nivel del mar, debido a la casi ausencia total de presencia humana en las carreteras.
La Comunidad de Montes tenía entonces unas 150 cabras, si bien ya había decidido deshacerse de parte de ellas y quedarse solo con medio centenar por los excesivos gastos del mantenimiento y las dificultades por el ambiente lluvioso que impedía sacarlas al monte a diario. Así que vendió buena parte de ellas a un ganadero de Ourense y en estos momentos cuenta con 48 adultas y 33 que nacieron en estos meses, de las que muchas de ellas saldrán para matadero.
Por otra parte, los comuneros siguen inmersos en el clareo de su gran masa de frondosas, que es la primera de la comarca inscrita en el registro de frondosas de la Xunta. El clareo de la masa de árboles, con una extensión de 20 hectáreas en Faro Aveloso, está hecho y la poda también, falta retirar la ramas.
