La mayor patrullera de PRFV (poliéster reforzado con fibra de vidrio) ha sido inaugurada hoy en el astillero moañés dede Rodman Polyships. Se trata de una embarcación modelo Rodman 138 que presume de 43 metros, alcanza 22 nudos de velocidad máxima y una autonomía de 2.000 millas náuticas.
El buque, con una autonomía que dobla la de un patrullero tradicional, tiene capacidad para realizar misiones en alta mar y dar un servicio de patrulla costera cubriendo amplias zonas de vigilancia.
La patrullera, para Aduanas, está diseñada para actividades de supresión del contrabando, interceptación y vigilancia del cumplimiento de las leyes. Se centrará en la lucha contra el contrabando y, en concreto, el de la cocaína, que entra en España por vía marítima desde el Caribe y Sudamérica.
Tras unos meses en el área de Vigo para garantizar condiciones de operatividad plena, irá utilizando distintas bases de referencia en el litoral nacional en función de las necesidades del servicio.
¿Por qué "Condor"?
La patrullera toma su nombre de los años 80 y 90, cuando bajo esta denominación una serie de patrulleros camuflados realizaban su servicio para Vigilancia Aduanera en un periodo especialmente intenso de la lucha contra el narcotráfico.
Rodman construye en la actualidad dos patrulleras de altura. Además de este buque de vigilancia marítima y aduanera, fabrica también un modelo Rodman 130 para el Servizo de Gardacostas de la Xunta. Ambos contratos fueron adelantados por FARO.
La patrullera también cuenta a bordo con un sistema de recogida de náufragos que incluye la instalación de recogida cercanas al nivel del agua para facilitar rescates ante situaciones de emergencia humanitaria como las que se viven en las costas españolas.
