Personal de Portos de Galicia inicia esta mañana las labores para una reparación integral del nuevo dique de abrigo del muelle de bateeiros de A Mosqueira, tras los destrozos que la estructura sufrió desde los temporales del mes de diciembre y que se agravaron el pasado fin de semana cuando, debido al intenso viento y oleaje, se abrió una grieta que originó la fuga de parte del porexpán que rellena las piezas de hormigón. El vertido había llegado hasta la propia playa de A Mosqueira y obligó a vecinos del entorno a afrontar la retirada de estos restos de la arena.

Los daños en el dique ocasionaron el vertido la madrugada del domingo y el mismo lunes por la mañana, tras el aviso del Concello, personal de Portos revisó el estado del dique. Esta misma mañana está previsto que buzos se desplieguen en la zona para iniciar una reparación que se puede prolongar a lo largo de varios días.

Pese a estos desperfectos en el primer invierno de funcionamiento del abrigo, los bateeiros explicaron que sí mitiga de forma notable el oleaje que afecta a la zona de amarre, permitiendo incluso amarrar dos balandros en la cara exterior de la dársena principal de A Mosqueira, algo que antes era impensable por encontrarse esa zona a la intemperie y totalmente a merced del oleaje.

Piezas que reforzarán los módulos de hormigón.

Piezas que reforzarán los módulos de hormigón.

Desde Portos explican que se sellará la parte de hormigón con brechas y se reforzará la estructura que une cada módulo y que se partió con los temporales que este invierno están azotando el litoral de las Rías Baixas.

A mayores, se instalarán prótesis de refuerzo en las cabezas de los distintos módulos. El choque entre estas zonas de separación hizo que, ya desde enero, quedase a la vista parte de la estructura metálica interior del hormigón.

Las piezas de este dique se habían construido durante meses en una nave coruñesa. Tras más de una década de espera por una estructura similar, la instalación de la protección flotante se ejecutó sobre el terreno entre marzo y julio del pasado año, con un presupuesto de 650.000 euros. Consistió en la construcción de un rompeolas de hormigón de 140 metros mediante siete módulos de 5 metros de ancho por 20 de longitud cada uno de ellos. Se cimentaron mediante líneas de fondeo formadas por una cadena de 40 milímetros.

Este dique flotante fue la solución encontrada tras años de estudios para ampliar el muelle, después de un primer intento fallido debido a la gran cantidad de lodos que se acumulan en los fondos.

Supone, además, la primera fase de una actuación que deberá continuar a corto plazo con la instalación de un pantalán flotante en forma de “T” que parta de la mitad del muelle actual, en la lámina interior. Deberá ganar amarres para uso de los bateeiros, pues desde hace años deben abarloar en varias hileras, lo que dificulta el trabajo diario del sector al provocar retrasos a la hora de salir a faenar cada jornada.