El colegio CEIP de O Hío sigue adelante con su proyecto “Xogos de auga”, en el que el director Claudio Lamosa ha involucrado a toda la parroquia, que además de servir para la separación de las aguas pluviales de las fecales en el centro y contribuir a reducir la contaminación en la ría de Aldán, ayudará a jugar a los alumnos en el patio con dos charcas en torno la necesidad de la importancia del agua. Esta semana comenzaron los trabajos de colocación de la nueva tubería que permitirá la separación de las pluviales de las fecales. La obra la realiza una empresa con la aportación económica de la jefatura provincial de Educación que ha conseguido el centro para este proyecto y que es un ejemplo de lo que se debe de realizar para un mejor tratamiento de las aguas pluviales.
Lo cierto es que hoy en día estas aguas acaban conducidas a la red de fecales que con las trombas de lluvia, como estos días, acaban desbordando y aliviando todos los residuos en la ría de Aldán. Lo lógico, dice Lamosa es conducir estas pluviales a sus charcas naturales en donde el agua se depura también de forma natural para acabar después en la ría.
Lamosa explica que el proyecto tiene tres fases. La primera es la ordenación de las pluviales y fecales recogiendo el agua de lluvia que cae del tejado. De esta forma el centro escolar contribuye a retirar su cantidad de pluviales que acaba en la red de saneamiento y hace desbordar y contaminar la ría. El director asegura que lo que hace el colegio debe servir de reflexión para los vecinos de la parroquia cuyas pluviales acaban en la red de saneamiento. En segundo lugar en este proyecto se va a aprovechar el agua de un manantial dentro el recinto para crear una zona de juegos para los alumnos en el patio. El agua se va a utilizar con fines educativos para que los niños vean que es vital para los seres vivos y que hay que cuidar conviviendo con ella. Se van a instalar en el patio elementos de diversión.
Por último y en tercer lugar se van a construir dos charcas con macrofitos en el patio para la purificación de esas aguas pluviales de medio colegio. Ese agua se conducirá hacia la laguna de Vilariño. El colegio sigue así las indicaciones de los especialistas que aconsejan aprovechar las lagunas naturales para depurar.
De bombeo en bombeo
Lo cierto es que hoy en día y con los proyectos de saneamiento que se construyen, las aguas pluviales del barrio de Vilanova, en O Hío, por ejemplo, acaban, de bombeo en bombeo, en la depuradora municipal de Cangas en Areamilla, en Darbo, para llegar al mar en la ría de Vigo. La idea es que cada aldea recupere sus lagunas naturales para contribuir a la depuración natural de las aguas y frenar lo que está aconteciendo casi a diario, cuando llueve, que el saneamiento de Aldán, desborda por la acumulación de agua que recibe, y los residuos fecales acaban en el mar. Esta imagen se volvió a repetir ayer en donde eran visibles estos residuos en la playa con la marea baja, como alertaron algunos vecinos en una historia que se repite.
