Las alertas en Galicia por la llegada de una nueva borrasca, Hortense, volvían a encenderse, pero esta vez en la memoria colectiva estaba el paso del ciclón Hortensia que en el año 1984 barrió Galicia por completo y la devolvió práticamente al siglo XIX durante varios días: sin luz, sin teléfono, sin agua, con un sinfín de carreteras cortadas y árboles arracados de cuajo, por no decir de más de una edificación.

Manuel Rodríguez estaba ayer en su casa del barrio de A Choupana, en Cangas, bien protegido. Sus ventanas eran dobles y sus persianas también. Pero muy cerca de de la media noche, a las 23:50 horas concretamente, el viento comenzó a soplar con mucha fuerza, tanto que a Miguel Rodríguez le sorprendió el hecho de que se sintiera tan fuerte en su ático. La curiosidad le hizo salir al balcón y vio como procedente del suroeste las nubes venían muy bajas y el viento soplaba con mucha fueza. Fue entones cuando vio y sintió la manga marina, que es una especie de tornado que se forma sobre la superficie del mar. El ruido era casi ensordecedor y en esos 15 o 10 segundos que dice que duró este fenómeno atmosférico tuvo tiempo de grabar un video con su móvil. Después vio como la manga marina se desplazaba a la zona de Rodeira y se hacía el silencio. De repente, toda esa brusquedad del temporal Hortensia había amainado . Era como si el tiempo se hubiera parado. Después regresó el viento y la lluvia, pero ya el clásico temporal al que la zona estaba acostumbrada. Pero no solo Miguel Rodríguez vio la manga marina, numerosas personas salieron a sus ventanas para ver el fenómeno, pese al riesgo que había. Durante 15 minutos se fue la luz en una amplia zona de Cangas.

Rama caída en A Cerradiña, en Domaio. | // FDV

La estación de observación de la Agencia Española de Meteorología (AEMET)en Cangas, MeteoCangas marcaba a esa hora un viento que alcanzaba los 100 kilómetros hora.

Uno de los trabajadores del Grupo Municipal de Emergencias de Cangas que estaba de guardia en la noche de ayer sintió en sus carnes los efectos de la manga marina. Cuando se disponía a levantar un contenedor que el fuerte viento había tirado, sobrevino la manga marina, cuyos efectos huracanados desplazaron a él y al contenedor a una distancia de varios metros contra otro contenedor de basura.

En Moaña, el paso de la borrasca dejó a seis barrios del municipio sin suministro eléctrico, según la compañía suministradora hasta las dos de la madrugada, aunque hubo vecinos que aseguraron que seguían sin luz a las cinco. Los barrios afectados fueron Sabaceda, Paradela, Broullón, en Tirán, O Casal y Abelendo. Como consecuencia de los apagones el personal de guardia de Aqualia tuvo que realizar revisiones de madrugada en la red de saneamiento y depuradora por las interrupciones y sobretensiones “aunque no dañaron a las instalaciones ni afectaron a su funcionamiento”.

Vallas tiradas por el viento en O Con, en Moaña. | // SANTOS Á.

Restos en carreteras

Por la mañana,las carreteras dejaban ver lo que había sido la noche, con restos de hojas y de ramas, sobre todo en la zona de Domaio. Una de las zonas más afectadas fue A Cerradiña, en donde cayeron varias ramas en la PO-551, la mayor parte retiradas por la Policía Local. Fue preciso avisar al servicio de mantenimiento de carreteras para retirar dos grandes ramas, con la ayuda de la motosierra En A Cerradiña también se rompió un cable de telefonía, que fue retirado por los agentes locales.

Vallado de las obras del parque de la alameda de Moaña. | // S.Á.

Piedras y tejas

La patrulla de la Policía tuvo que proceder igualmente a la retirada de piedras desprendidas del talud frente a Palmás número 1, en Domaio, que invadían la PO-551 como también de la calzada, contenedores de la basura desplazados por las fuertes ráfagas de viento, en la recta de la PO-551 en A Xunqueira. En esta misma zona, un árbol de considerables dimensiones de la zona ajardinada partió por la mitad.

En el parte de incidencias figuran tejas caídas de una vivienda, en el número 77 de Palmás sobre la PO-551; y la retirada de un cable eléctrico de megafonía en la calle Concepción Arenal, que se había caído sobre la calle al lado de la marquesina del autobús del muelle de pasajeros. El viento tiró parte de las vallas de las obras del parque infantil de Concepción Arenal.

En Bueu, volcó la caseta de vestuarios de la playa de Area Bon, que fue levantada por un camión grúa encargado por el Concello.

El viento tumbó la csaeta de vestuarios en la playa de Area e Bon. | // FDV