La ampliación del polígono industrial de Castiñeiras reservará casi la mitad de sus 185.532 metros cuadrados para cesiones públicas, distribuidas entre zonas verdes y espacios destinados a equipamientos y dotaciones. Es solo uno de los datos que la empresa Urben, la consultora contratada por los empresarios y propietarios de terrenos que impulsan esta iniciativa (Aprointer), manifestó ayer al Concello de Bueu en la reunión mantenida con el alcalde de la villa, Félix Juncal, y el concejal de Urbanismo, Martín Villanueva. El motivo de la cita no era otro que comunicar al gobierno buenense la buena marcha del proyecto después de que el pasado 30 de diciembre se iniciase la exposición pública del informe de evaluación ambiental, un trámite previo al análisis del proyecto sectorial en sí en el que se trazan las líneas básicas del mismo. El documento estará ahora a exposición pública por un periodo de 45 días hábiles.
La idea expresada en la reunión de ayer es que la ampliación de Castiñeiras irá más allá del aprovechamiento puramente industrial, que se situará en torno a los 90.000 metros cuadrados, de los cuales alrededor de 62.000 serán edificables, según apunta Villanueva, si bien este cálculo aún está por definir al completo. Pero asimismo se ofrecerá un espacio de ocio, algo que Martín Villanueva calificó como “el valor añadido de este proyecto”. De este modo, se habilitará un cinturón verde que circunde al parque industrial con el acondicionamiento de senderos peatonales y la recuperación de espacios junto al Regato do Nocedo “para que la zona no sea solamente industrial”.
Pero Villanueva destacó otro de los aspectos positivos del plan promovido por Aprointer, y no es otro que los beneficios que reportará de forma indirecta al concello. “Para nosotros también es importante la adquisición de parcelas de uso lucrativo, que podamos utilizar para naves o dotaciones”, señala. Serán alrededor de 8.000 metros cuadrados, y el grueso de los mismos se quiere emplear para acometer la esperada ampliación del cementerio municipal. Hay otra parcela de unos 1.000 metros cuadrados para ser destinada a usos de carácter social.
El capítulo de infraestructuras de comunicación supondrá otros 28.000 metros cuadrados, incluyendo no solo los viales que conectarán interiormente las parcelas sino también la reserva de estacionamientos. La previsión es crear unas 614 plazas, de las cuales 155 estarán en dominio público y 459 en parcelas privadas.
La tramitación está en manos del Instituto Galego de Vivenda e Solo y el concello solo entrará en las últimas fases de la misma, cuando deba aprobar un proyecto que respalda sin ambages en esta fase inicial. La idea es que en tres o cuatro meses pueda recibirse el visto bueno al informe de evaluación ambiental y así, a lo largo de 2021, avanzar en el proyecto sectorial con una ordenación detallada del parque empresarial.
Una iniciativa que duplica el terreno existente
La ampliación prevista en Castiñeiras supone duplicar los terrenos del polígono en un crecimiento que se extenderá por todo su perímetro actual dentro del término municipal de Bueu, si bien se ha recortado un tanto en las zonas norte y este por la orografía y se ha adaptado asimismo a la delimitación del corredor ecológico del Rego do Nocedo. De este modo se podrá dar respuesta a una demanda creciente en los últimos tiempos y que ha dejado sin parcelas libres el polígono. Las últimas grandes empresas en incorporarse a la zona han sido Lago Paganini y Alinox Morrazo, pero ha habido interés de otras firmas en obtener suelo en Bueu.
“Es una iniciativa privada que respaldamos y con la que estamos plenamente ilusionados”, asegura el concejal de Urbanismo, que subraya que esto demuestra que “Bueu cuenta con las garantías urbanísticas y jurídicas para realizar este tipo de inversiones. Es el único parque de la comarca que está hecho de forma legal y ordenada, y eso es algo que atrae a los empresarios, algo que puede verse con la llegada de empresas como Lago Paganini”, recalca.
A partir de ahí habrá que ir superando trámites para perfilar un poco más el proyecto, como señala Martín Villanueva. En la siguiente fase “habrá que concretar la normativa para regir la ordenación del parque, las parcelas edificables, los usos, etcétera”. Mientras, se siguen quemando etapas para conseguir sacar adelante una actuación que puede suponer la creación de riqueza en el municipio en unos momentos especialmente delicados en lo económico a causa de la pandemia del coronavirus.
