La Consellería do Mar, federaciones de cofradías y agrupaciones de bateeiros han iniciado las conversaciones para consensuar las condiciones de la próxima campaña de extracción de la mejilla. Las negociaciones se retoman después de los problemas registrados la primavera pasada, un conflicto que se salvó con un acuerdo de mínimos entre las partes gracias a la mediación de la consellería. Las cofradías con un plan de explotación específico para el percebe de la provincia de Pontevedra quieren introducir nuevas zonas de veto, donde extraer la mejilla estaría prohibido tanto para bateeiros como para mejilloneros.

El proceso de negociación arrancó con una primera toma de contacto hace unos días y el segundo encuentro está previsto que se celebre durante esta misma semana. Desde Pontevedra aspiran a ampliar los lugares restringidos para trabajar la mejilla. En el acuerdo alcanzado el pasado mes de mayo se incluían puntos de A Guarda, Baiona y los siete kilómetros de la Costa da Vela, en Cangas, donde se registraron los momentos de mayor tensión. Aparte de estas tres cofradías en la provincia hay otras cuatro con un plan específico para el percebe, que son Bueu, Aldán-O Hío, Vigo y O Grove. Todos los pósitos han trasladado a la federación provincial pontevedresa su intención de delimitar espacios en sus ámbitos donde se prohíba la extracción de cría de mejillón.

En la ronda de negociaciones abierta entre las partes participan las federaciones de Pontevedra y A Coruña, así como la autonómica, y las fuentes consultadas apuntan que, al menos de momento, desde las cofradías coruñesas no se planteó incrementar las zonas restringidas acordadas durante la pasada primavera.

La intención de los pósitos con planes de explotación específicos para es preservar los bancos más sensibles de sus ámbitos, donde la extracción de la mejilla podría afectar la fijación de la cría de percebe. El acuerdo alcanzado en el mes de mayo fue una especie de punto de partida gracias a la mediación de la Consellería do Mar. Ahora administración, cofradías y bateeiros deberán cerrar un pacto a largo plazo, que ofrezca seguridad a dos sectores que comparten zonas de trabajo y que están condenados a entenderse para poder garantizar su actividad. La campaña de extracción de mejilla abarca desde diciembre hasta finales de mayo, aunque este año se acordó prolongarla un mes más debido al confinamiento y como contrapartida por la inclusión de puntos en los que no se podría trabajar.