La moratoria de las hipotecas por causa del Covid-19 generaron más trabajo al departamento de Estadística del Concello de Cangas que las peticiones de certificados del histórico del empadronamiento de la renta vital básica, en la que la propia concejala de Servicios Sociais del Concello de Cangas, Victoria Portas (ACE) apenas si nota movimiento. Entre los meses de abril y mayo, los cangueses acudieron en una media de 15 personas diarias al Concello de Cangas a pedir certificados del citado empadronamiento, imprescindible para presentar en las entidades bancarias con las que firmaron su hipoteca y solicitar, de esta manera, una moratoria en el pago de las cuotas, de hasta tres meses. Fueron días de colapso en el Concello, que se juntó también con las tarjetas de Vitrasa. Ahora mismo, se siguen pidiendo certificados para la moratoria, pero ya son muchos menos, apenas uno o dos al día.
Los cangueses que solicitaron la moratoria tenían que demostrar ante la entidad bancaria que habían quedado desempleados o demostrar que ha cesado su actividad como autónomos y también, y aquí es donde entra el Concello, un certificado de empadronamiento de los que vivan en la casa o piso de referencia en el momento de la presentación de los documentos acreditativos y a los seis meses anteriores.
Sin incidencia
En cambio, la renta vital básica no está generando apenas movimiento. Y eso que las personas que lo deben solicitar tienen que presentar el padrón histórico. La concejala de Servicios Sociais del Concello de Cangas, Victoria Portas, reconoce que en el Concello apenas hay movimiento en este sentido, que no tuvo ni tiene incidencia en la labor diaria del Concello, cuando se suponía que la demanda iba a ser grande. También aclara que que si bien es cierto este ayuda se gestiona al mismo tiempo desde las oficinas del INSS de Vigo y de Cangas, además de los Servicios Sociales . Victoria Portas se dirigió ayer al INSS con el fin de obtener datos oficiales de número de personas que solicitaron esta ayuda que otorga el Gobierno y que resultó tan polémica.
Esta ayuda se puede solicitar desde el 15 de junio de 2020. Se trabaja ahora en ampliar hasta el 31 de diciembre el plazo de presentación de solicitudes para poder percibir el ingreso mínimo vital con efectos retroactivos a fecha 1 de junio, siempre que cumplan los requisitos.
Pueden ser beneficiarias del ingreso mínimo vital aquellas personas que vivan solas o los integrantes de una unidad de convivencia que estará formada por dos o más personas que residan en la misma vivienda y que estén unidas entre sí por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado, aunque hay excepciones.
