El comienzo de curso está siendo una prueba de fuego para todos los colegios, administraciones y familias, en plena situación de pandemia de Covid-19. Sin embargo, esto no impide a los Concellos planificar el futuro de la educación en sus municipios. En esta línea el Concello de Moaña encargó un estudio para aclarar si es realmente viable adaptar el antiguo edificio de Educación Infantil del CEIP Domaio como una guardería de la red pública gallega para pequeños de 0 a 3 años. De convertirse en una realidad Moaña pasaría a contar con su segundo centro Galiña Azul, muy necesario ante la alta demanda que existe en estos momentos en el de Quintela.

Ya en 2018 tanto el Anpa como la dirección del colegio público de Domaio acogieron con buenos ojos esta idea. Y es que el inmueble en cuestión lleva años sin uso educativo, desde que se implantó la ESO y el edificio principal pasó a tener más aulas disponibles. En estos momentos el antiguo inmueble de Infantil es utilizado por el Anpa tanto para sus reuniones como para la realización de actividades extraescolares.

Con la reciente reapertura del pabellón deportivo de Domaio después de una profunda reforma, el director del colegio ha interpelado al gobierno local para pedir celeridad en la adaptación. De ahí que el bipartito local encargase un estudio técnico para estudiar si esta reconversión de funciones del inmueble, que cuenta con varias aulas ya separadas, es posible.

Desde el CEIP Domaio albergan una esperanza en un posible centro de Galiña Azul al lado del colegio principal. Y es que desde hace años no paran de perder alumnos y la intención es que los que entren en la guardería pública puedan pasar directamente al colegio, pues no es extraño que pequeños de Domaio se matriculen en colegios de otras zonas en los últimos años al inicio de su etapa escolar.

Este curso, al pasar ligeramente de los 100 alumnos, el CEIP Domaio tiene más fácil que otros centros la adaptación a las medidas sanitarias de lucha contra el Covid-19. Al tener mucho espacio libre los pequeños de cada curso puede utilizar una zona diferenciada a la hora de los recreos, por ejemplo. Eso sí, de cara a los próximos cursos la intención de la dirección es recuperar matrículas y que el colegio vuelva a exhibir la vitalidad de años atrás. Para ello buscarán incluso atraer matrícula de familias residentes en concellos limítrofes como Vilaboa.

La guardería de Quintela, por su parte, está en funcionamiento desde 2013 y cuenta con 41 plazas para pequeños de 0 a 3 años. Su puesta en marcha implicó una compleja y accidentada rehabilitación integral de la histórica Casa Pazó. Desde su inicio como Galiña Azul es habitual que registre listas de espera ante la alta demanda de familias de la villa.