Operarios de Carreteras de la Diputación Provincial de Pontevedra se afanaban ayer en recoger el vertido que poliurea (una resina) que había caído hoy, alrededor de las 14.30 horas, sobre tres kilómetros de la carretera EP-1005, entre Vilariño y Pinténs, en la parroquia canguesa de O Hío. El vertido, considerado tóxico, procedía de un camión que circulaba por la mencionada vía y al que se le cayó parte de la carga mientras circulaba. Aunque este tipo de resina no es considerada de riesgo para la población, es necesario efectuar su recogida con precacución y hacerlo mediante una empreesa de gestión de residuos. Este producto acostumbra a utilizarse, según técnicos del Concello de Cangas, en imperbealización de piscinas.

El material es considerado tóxico de ahí que la propietaria de la vía se viera obligado a mandar múltiples efectivos para controlar y recoger el vertido, con el fin de que no fuese a ningún aliviadero.Los operarios instalaron drenantes en la vía y sobre las 20.30 horas llegó una barredora especial de la Diputación. Antes, habían trabajado de forma conjunta efectivos del Grupo de Emergencias Municipal de Cangas, Policía Local, Bomberos de O Morrazo y Guardia Civil de Tráfico. De hecho, la carretera estuvo cortada en un tramo durante un tiempo.

El incidente tuvo lugar a las 14.00 horas, cuando el compañeros del conductor del vheículo llamó al 112 Galicia para informar de lo ocurrido.El vertido se puso en conocimiento de Aguas de Galicia, del personal de Medio Ambiente de la xunta de Galicia y de la empresa encargada de la gestión de residuos.