Prácticamente como un domingo de julio del verano pasado. Así es como se encontraban ayer las playas de Bueu, posiblemente por ese indirecto efecto llamada que han provocado las restricciones de acceso a ciertos arenales en Cangas. La imagen que ofrecía Area de Bon era la de un arenal repleto, sin que sus ocupantes respetasen las distancias de seguridad recomendadas para evitar que surja un rebrote del coronavirus. En Lagos, en cambio, aunque el aspecto de la playa era bueno, las distancias se mantenían algo más.

Con todo, los mayores problemas se registraron ayer en Tuia, no tanto por una masiva asistencia a la playa, sino por el tráfico acumulado en un vial reducido y con escasas plazas de aparcamiento junto al arenal. Si los vecinos ya mostraron su malestar por los atascos y las molestias la víspera, ayer volvieron hacerlo. Y desde el Concello, el alcalde, Félix Juncal, ha anunciado la restricción del acceso a ese vial salvo para los residentes en la zona. La medida entró en vigor durante la tarde de ayer y se mantendrá en los próximos días. "Todos los veranos hay quejas de los vecinos, que no pueden acceder a sus viviendas, así que nos vemos obligados a actuar", afirma el regidor.

Pero podría no ser la única medida que se tome. El gobierno local estrechará en los próximos días la atención en otros arenales como Area de Bon, Lagos o incluso el entorno de Mourisca por si hubiese que adoptar alguna restricción más. El problema que preocupa, por ahora, es el tráfico, y no tanto los aforos.