La Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat) con sede en Pontevedra entró ayer en la residencia de mayores DomusVi, de Aldán. Lo hizo a primera hora de la mañana en medio de la expectación que genera ver pasar por Aldán coches y camiones del ejército. La misión, en esta ocasión, no era combatir a un enemígo en una colina ajena, sino realizar labores de desinfección integral del edificio que alberga la residencia de Aldán, donde se habían detectado ocho positivos de coronavirus a lo largo de esta semana que termina, de los que seis son de residentes y dos de personal. La residencia alberga 150 residentes y una cifra indeterminada de trabajadores. En teoría, la plantilla tenía que estar dotada con 85 personas, pero según las familias esa cifra se redujo más que a la mitad y que el verdadero problema con el que se enfrenta la residencia para la lucha contra el coronavirus es la falta de personal que complete los tres turnos: mañana, tarde y noche.

La Brilat estuvo acompañada por la Guardia Civil y Policía Local. Equipos de trabajadores de la unidad de Povisa realizaron test rápidos al personal y residentes, con el fin de cortar lo más rápidamente posible la expansión de este virus. Desde parte del gobierno de Cangas se señala que los trabajadores solicitaron mascarillas a los sanitarios de Povisa, que entregaron algunas, pero recodarlos que es la empresa la que tiene que facilitar los equipos de protección personal. Otras fuentes señalan que hay trabajadores que aseguran que si la empresa no les facilita ese tipo de material están dispuestos a renunciar al contrato. Ahora mismo se viven momentos de mucho nerviosismo en el centro y la desinformación es la gran aliada del pánico irracional.

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El martes, el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) o de la Brilat en este centro de mayores. Fue él quien se puso en contacto con la subdelegada del Gobierno de Pontevedra, Maica Larriba y también con la delegada Territorial de la Xunta en Vigo, Corina Porro. Pazos ya sabía en ese momento que a quien competía solicitar esta intervención era a la propia empresa, DomusVi, pero el suyo era un llamamiento desesperado ante la falta de información que recibía del centro y a las muchas noticias contradictorias que había. Hasta dos días después no fue capaz de ponerse en contacto con la directora del centro. Ahora ya fluye más información entre el alcalde de Cangas y la dirección del centro de mayores. Desde el Concello de Cangas se atiende también numerosas llamadas de familiares de residentes que aseguran que no son capaces de entrar en contacto con los residentes. La dirección culpa de ello a la saturación de la centralita, con tantas llamadas que hubo desde que se informó a cada uno de los familiares de los residentes de que había positivos por coronavirus.

La intervención de la Brilat tranquiliza bastante a la población de Aldán, al gobierno municipal y también a los familiares, que habían hecho también esta petición a través de la Federación Rede (Federación Galega de Usuarios y Familiares de Residencias e Dependentes). Hay que recordar que este colectivo presentó una denuncia ante la Fiscalía Superior de Galicia, donde recordaba que DomusVi es líder en casos positivos en Galicia.