El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, aunque satisfecho con la sentencia judicial, no lo podía estar del todo con la situación. Y es que el mismo reconocía que cabía esperar que la pareja que ocupa la Casa dos Pobres recurra la sentencia judicial, por lo que pasarán meses antes de que el Concello pueda hacer uso de esta instalación municipal.

Asegura que esta situación está costando dinero a las arcas municipales de Cangas y que por su culpa el Concello perdió una subvención de la Diputación de Pontevedra para reformar y ampliar el citado centro que cumple, desde hace muchos años en la localidad, una gran labor social. Lamenta que el Concello no tenga derecho a una indemnización por parte de los demandados, que impiden que otras personas con dificultades económicas puedan cobijarse en ese centro, que con la subvención de la Diputación iba a ser totalmente remodelado, para hacerlo más digno.

Xosé Manuel Pazos lamenta una situación que, dice, jamás se debió de haber producido. La pareja ocupante había entrado por la ventana al romper el cristal de una de las que dan a la calle Enseñanza. La Policía Local certificó como los demandados se negaron a abandonar la vivienda sin ofrecer demasiadas explicaciones a los agentes del orden.