No importa que en el vial de acceso a la lonja de Cangas haya una valla y una señal de dirección prohibido. Hay muchos conductores que deben pensar que se trata de un adorno o que la cosa no va con ellos. ¡Ojo, que no estamos hablando de los que acceden a cargar o descargar a la lonja! También existe una tercera opción: un evidente desconocimiento de los elementos más básicos del Código de Circulación. El caso es que a pesar de la señal hay quienes pasan de largo... hasta que se encuentran de frente con las obras de mejora en la explanada del aparcamiento. Entonces sí, dan vuelta y de paso se acuerdan que había una señal que les indicaba que no se podía pasar. ¡Cuánto incrédulo y desconfiado en la carretera!