El Concello de Moaña y Portos de Galicia firmarán, al fin, el convenio para que la administración local pueda ejecutar la última fase del paseo de Domaio. La obra se había convertido en todo un culebrón, con desavenencias entre ambas administraciones y el riesgo de que el Concello perdiese la inversión de 100.000 euros comprometida por la Diputación de Pontevedra en el caso de que no existiese acuerdo. Son más de 17 los meses de retraso en la tramitación de este permiso pero el viernes el Concello recibió la copia del convenio con las correcciones planteadas por la administración municipal a Portos, que las aceptó.

La principal corrección, que se pedía desde antes de las elecciones locales de mayo, es la que permite al Concello disponer de los terrenos antes de iniciar las obras, pues no podía adjudicar unos trabajos en una superficie sobre la que todavía carecía de permisos. Portos, presidido desde este verano por Susana Lenguas, accedió al cambio y resolvió el asunto disponiendo en las cláusulas que "a disposición dos terrenos necesarios para a execución das obras comprendidas no proxecto terá plena eficacia co levantamento da acta de comprobación do replanteo do proxecto". Para la plena eficacia de la disposición de terrenos se convocará a un representante de Portos al acto de replanteo, dado que la autorización está vinculada a la ejecución de una actuación concreta.

La alcaldesa, Leticia Santos, aseguró que firmará en unos días dicho convenio y que se lo remitirá a la presidenta de Portos para, una vez obtenida su firma, iniciar el proceso de licitación de unas obras que los vecinos de Domaio llevan reclamando desde hace años.

De hecho, la propia regidora comunicó ya a la Asociación de Veciños O Monte Faro, de esta parroquia, la recepción del convenio debidamente corregido. Y es que el empeño de este colectivo fue crucial para desencallar la tramitación, consiguiendo con el anterior presidente de Portos, José Juan Durán, la aceptación del añadido al proyecto que garantiza la salida en condiciones de seguridad de los peatones hacia el cruce de bajada al muelle de bateeiros desde la PO-551. Este hecho llevó a que Durán remitiese el primer convenio en mayo, que no se firmó al hacerse necesaria la mencionada modificación. La alcaldesa agradeció ayer, nuevamente, la colaboración vecinal para desbloquear las gestiones.

El proyecto a ejecutar contempla la construcción de 200 metros de paseo, entre el club de jubilados y el muelle. Completará las dos primeras fases ejecutadas por la Autoridad Portuaria de Vigo hasta 2013. La actuación incluye una zona paralela a la línea de costa del paseo y otra de aparcamiento con capacidad para 50 plazas. Incluye también un paso de peatones de cinco metros de largo, con bandas transversales de 50 centímetros que se enfrenta al acceso de vehículos hacia el club de jubilados. Este paso de peatones partirá del final del paseo marítimo y lo conectará con la otra parte del añadido: una zona peatonal preferente de subida a la PO-551.

Ya en mayo, cuando se recibió el primer convenio fallido, el Concello llevaba 13 meses aguardando. Portos le acusaba de no presentar un proyecto técnico que garantizase la seguridad de los peatones. El asunto llevó a acusaciones de "bloqueo político" y el BNG incluso lo trasladó a una sesión del Parlamento gallego.

El resto de la redacción del convenio de colaboración establece que tendrá una duración de 15 años con la opción de una prórroga de otros cinco años. El Concello quedará comprometido, además de a financiar la totalidad de la obra, a encargarse de la conservación, reparación, mantenimiento, limpieza y reposiciones de las obras. Se creará una comisión para comprobar el cumplimiento del acuerdo.