El expresidente de Argentina e hijo adoptivo de Bueu, Fernando de la Rúa, falleció hoy a los 81 años de edad, como confirmó el actual mandatario del país sudamericano, Mauricio Macri. De la Rúa llegó a la presidencia en octubre de 1999 y justo un año después, durante una visita oficial a España, visitó Bueu, municipio del que eran originarios sus ancestros. Entre ellos el abad fundador del pazo de Santa Cruz.

Bueu le rindió homenaje con pleno en el que le nombró hijo adoptivo y con la inauguración de una estatua en su honor en el paseo de Pescadoira. El Concello de Bueu le entregó un árbol genealógico elaborado por el profesor e investigador Arturo Sánchez Cidrás, que investigó los orígenes de Fernando de la Rúa, que a su vez se mostró emocionado por el presente. También se celebró una multitudinaria comida en el restaurante Loureiro, antes de que a media tarde la comitiva que acompañaba a De la Rúa pusiese rumbo a Santiago, donde la Xunta de Galicia, que entonces presidía Manuel Fraga, tenía preparados más actos de reconocimiento.

Fernando de la Rúa tuvo que renunciar a su cargo en diciembre de 2001 en medio de la peor crisis económica de la historia reciente de Argentina, con el famoso "corralito". El alcalde de Bueu en aquel entonces era Tomás Barreiro, que recuerda que durante la comida de homenaje que se le brindó a De la Rúa uno de sus más cercanos colaboradores del mandatario ya advertía que "el presidente es muy buena persona, pero tiene un cargo muy complicado", en referencia a la difícil situación económica heredada.