Una hora antes de que comenzara oficialmente el verano, se abrió al tráfico la Autovía do Morrazo en su totalidad, con la entrada en funcionamiento del tercer y último tramo que faltaba, entre Meira (Moaña,) y Cangas, de 4 kilómetros. El ingeniero director de la obra, Ricardo López Escapa, fue quien marcó la hora de apertura del tramo, a las 17:00 horas, guiándose por el Observatorio Astronómico Nacional, que había fijado para las 17:54 la entrada oficial del verano. Había un motivo, el compromiso de la Xunta de que para el verano estaría la Autovía do Morrazo en funcionamiento y ayer se cumplió, como señaló el presidente Alberto Núñez Feijóo en el acto de inauguración, incluso mes y medio antes de que se agotara el plazo del contrato con la UTE constructora. Con la apertura de este tramo se completan los 11,1 kilómetros de la Autovía, técnicamente denominada AG-46, y atrás quedan casi 4 años de obras desde que comenzaran los primeros trabajos en diciembre de 2015 en el enlace de San Lorenzo, en Domaio. Feijóo destacó ayer el compromiso de la Administración para sacar adelante esta obra y el esfuerzo de las empresas para su construción, desdoblando sin prácticamente interrumpir la circulación, como también el compromiso de los vecinos que entendieron que era necesaria la infraestructura.

La Autovía empezó a abrir de forma paulatina a las 17:00 y a las 19:30 ya estaban todos los conos retirados de las calzadas que dividían los carriles por donde hasta ayer circulabana serpenteando los vehículos. Con los cauatro carriles abiertos y velocidad máxima de 120 en buena parte de su trayecto, salvo en los tres viaductos, el recorrido entre Cangas y Domaio se acorta a unos 7 minutos, cuando con el corredor, de dos carriles, eran unos 18.

La inauguración se llevó a cabo a las 13:15 horas, en una carpa en el enlace de Meira, en donde se proyectó un vídeo sobre la obra, y el presidente de la Xunta estuvo acompañado por una amplia comitiva de autoridades. Acudieron la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez; y en representación de la comarca, los alcaldes de Cangas, Bueu y Vilaboa, Xosé Manuel Pazos (ACE), Félix Juncal (BNG) y Francisco Costa (PSOE), respectivamente; además del concejal Odilo Barreiro en representación de la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, que disculpó la ausencia porque tenía que oficiar una boda. Entre otros representantes políticos estaban la presidenta del CES y de nuevo líder del PP en Vigo, Corina Porro; el exconselleiro y portavoz del PP en el Concello de Santiago, Agustín Hernández, bajo cuyo mandato intentó sacar adelante este desdoblamiento del corredor; y representantes populares de la comarca,además de los delegados de la Xunta en Vigo y Pontevedra, entre técnicos de la Axencia Galega de Infraestructuras (AXI), como responsable de la obra, con su presidente Francisco Menéndez y de la empresa constructura, la UTE formada por Taboada y Ramos y Covsa.

Alberto Núñez Feijóo dijo que la Autovía do Morrazo es un modelo de hacer carreteras "que ten que ver coa forma de ver nós Galicia, de facer país". Destacó que a pesar de las dificultades económicas de estos años, de las recesiones continuadas y de las vacas flacas "entregamos a Galicia 220 kilómetros de vías de alta capacidade sen peaxe, e que esta é a nosa forma de entender o país. Fixemos máis kilómetros e vías de alta capacidade sen peaxe que en boa parte dos tempos anteriores de benestar económico". En este sentido, dijo que esta autovía se empezó en los peores momentos de la crisis económica de Galicia, ue en la Xunta encontraron la manera de conseguir los 56 millones de euros de su inversión, y se entrega cuando parece que empieza a despejar, la crisis aunque con dificultades todavía.

El regidor de Cangas, Xosé Manuel Pazos, decidió finalmente aceptar la invitación, ya que había anunciado que no acudiría a la inauguración, al ofrecerle la consellería la posibilidad de hablar en nombre de los alcaldes como así hizo, y porque consideró que era el buen momento para presentar las reclamaciones pendientes. Dijo que la autovía tendría un "efecto chamada" a las playas de esta comarca y que como no podía prohibir la entrada de nadie a Cangas, emplazó a la Xunta, y también lo hará a la Diputación, para mejorar la PO-315, que atraviesa Aldán y en donde acaba el tramo que sigue como Corredor do Morrazo, haciendo embudo. De igual manera afirmó que sin ser técnico, "meten medo" los taludes en la márgenes que "espero respeten os estándares de seguridade". eso, sí, pese a las reclamaciones, no se olvidó de mencionar que esta infraestructrura es una ventaja fundamental para Cangas y la coaca y supone una mejora en las comunicaciones entre Vigo y O Morrazo, tanto en comodidad como que esperaba que también lo fuera en seguridad.

Por su parte Feijóo señaló que en esa línea de hacer país, la Xunta va a seguir adelante con su compromiso de que las autopistas de competencia autonómica con peaje sean las más baratas de España y por eso se solicitó tanto al gobierno anterior, como al actual como al que venga una rebaja de los peajes de la AP-9 para las personas que hacen ida y vuelta en el mismo día y que no pueden pagar las tarifas que tienen ahora. También dijo que se iba a seguir haciendo país invirtiendo 65 millones de euros en mejoras de seguridad vial: "Non se trata de facer un kilómetro máis, senon ter as estradas autonómicas en mellor conservación que a rede estatal estatal e provincial". De igual forma anunció que las inversiones en O Morrazo no acaban aquí, si no que hay el compromiso de eliminar los Tramos de Concentración de Accidentes(TCA), llevar a cabo las sendas peatonales comprometidas, culminar el proyecto de puesta en valor del Castro de Montealegre, en Domaio que se salvó en el trazado de la Autovía con el desdoblamiento del túnel; y la construcción de un falso túnel en el ramal de bajada a Cangas, para evitar desprendimientos en épocas de lluvia. Entre otras inversiones, anunció para este verano el inicio de la Intermodal de Vigo y repitió en varias ocasiones que esta comarca, junto a Marín, conoformarán una de la áreas metropolitanas más importantes de España. Feijóo insistió en que esta infraestructrura fue muy demandada, necesaria para los 100.000 habitantes de O Morrazo e importante y no fue fácil desde el punto de vista técnico, compatibilizar la circulación por el corredor y las obras de desdoblamiento..

El presidente paseó por el viaducto da Fraga, con una altura máxima de 62 metros, para ver la rejilla anticaídas entre el viejo y el nuevo viaducto y reconoció no tener vértigo. Al hilo de esto se le preguntó por su salto a la política en Madrid: "Estamos haciendo autovías, no saltando a ningún sitio. Hacemos viaductos para asegurar que nadie en el salto se quede mal." Insistió en que los hechos acreditan que no dará el salto.