El PP de Moaña, que lidera José Fervenza, advierte del "peligro" que supone para los senderistas el estado de "abandono" de las rutas naturales de A Fraga y de A Paradela, que asegura que son los dos pulmones verdes del municipio que se encuentran "completamente asilvestrados". Culpan de ellos a la "dejadez" y el "pasotismo" de la alcaldesa, Leticia Santos, y de su socia de gobierno, Marta Freire. Recuerda que en 2017 el Concello recibió de la Diputación una subvención de casi 25.000 euros para mantenimiento y mejora del entorno de A Fraga pero "gastaron todo en poner unas tablas y cambiar unos carteles", afirma el candidato popular a la Alcaldía, quien reta a ambas dirigentes a explicar a los vecinos "en qué dilapidaron tanto dinero. Está claro que en limpiar, mantener y conservar un espacio natural como este no, porque da pena su estado, muchas familias que solían acudir con sus hijos a disfrutar de la zona los fines de semana han dejado de hacerlo", critica.

Desde el PP lamentan que "también" el tesoro natural de Moaña sea "víctima" de la "desidia" de unos políticos que "no piensan" en los vecinos ni tampoco se preocupan por proteger el patrimonio natural local a pesar de "ir de abanderados del ecologismo y de los recursos verdes", anteponiendo "el interés económico de empresas amigas" frente al trabajo bien hecho. Los 24.964 euros se destinaron a colocar 9 pasarelas de madera, 12 carteles y 3 paneles informativos "que se pagaron a precios de oro" y que ya están "completamente destrozados". Sin embargo, se "ignoró" algo tan "lógico" como la limpieza de la zona y su mantenimiento.

Aseguran los populares que los vecinos están "indignados" ya que es "inconcebible" que después de una inversión tan importante como la que se hizo en los molinos de A Paradela hace cuatro años estén ahora en esta situación. En ellos el gobierno del PP con José Fervenza invirtió mucho "esfuerzo y trabajo" para recuperarlos después de veinte años abandonados. Ahora, el BNG subcontrata rutas de senderismo "pero lo que no le dice a los vecinos es la situación en la que están dejando nuestro patrimonio natural y cultural".

Manifiestan que tanto el sendero de A Fraga como el de A Paradela son dos arterias naturales fundamentales para los moañeses y también para las miles de personas que cada fin de semana y durante la etapa estival pasan el día en estos entornos, bien para recorrer la ruta de los molinos y el margen del río o para disfrutar de un día en familia en sus áreas de ocio. "Ahora tanto la ruta de A Fraga como la de A Paradela son zonas hostiles poco agradables y peligrosas a las que prácticamente no acude nadie por seguridad, en eso han convertido lo que antes eran dos joyas verdes", concluye Fervenza.