La representación de la CIG en la Agencia Tributaria advierte del deterioro que sufre el Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia y que, de no ponerle remedio, "nun futuro moi próximo a AEAT terá que empezar a pechar bases por falta de persoal".

Explican que la elevada edad de los funcionarios del servicio, con una media de 56,9 años en el Marítimo y de 53 años en el servicio de Investigación Terrestre, se suma la falta de efectivos.

Desde la CIG apuntan que desde el mes de noviembre las embarcaciones de Marín y Muros, así como la de Costa da Morte, están paradas 15 días al mes por falta de jefes de embarcación. "En Muros hai anos que están saído ao mar coas tripulacións incompletas por falta de axentes marítimos", destacan.

En el caso de Vilagarcía de Arousa, de los cuatro jefes de embarcación solo queda una persona haciendo las funciones propias de su puesto, "co cal se non recorren a persoal doutras bases, tamén esta embarcación permanecerá parada 15 días ao mes". En la base de Ribadeo, debido a la carencia de agentes maritimos, la CIG asegura que están recurriendo a personal de seguridad privda para la vigilancia de la propia embarcación.

"Temos persoalde 68 anos tanto no Marítimo como en Investigación e durante o ano 2019 contamos con que se xubilen como mínimo oito funcionarios das distintas categorías e neste próximo mes de marzo xubílanse dous xefes de Máquinas", advierte Antón Lestón, responsable del subsector de la CIG en la AEAT.

"Se a todo isto lle sumamos que as embarcacións de Muros e Ribadeo teñen máis de 33 anos, dámonos conta da dirección que leva o Servicio e porqué Galiza segue sendo un dos puntos de maior entrada de droga de Europa", concluye.

La denuncia de la CIG coincide en el contenido con la del sindicato Unión de Grupos C de Hacienda (Ucesha), que acusa al Gobierno central de no renovar la plantilla de forma escalonada y de tener embarcaciones que necesitan mejoras o incluso sustitución.

Ucesha critica también que, para paliar la carencia de personal, se modificaran las patentes de navegación para rebajar el número de tripulantes.

Otra de las reivindicaciones coincidente es que el nivel de eficiencia del servicio se pretenda que sea igual, a pesar de la merma de efectivos.