La madrugada del domingo para el lunes fue movida en las carreteras de Moaña. Concretamente las emergencias se concentraron en la parroquia de Domaio, en donde se registró un aparatoso accidente en la carretera general PO-551, a las cuatro de la madrugada, que implicó la participación de los bomberos y de la Guardia Civil de Tráfico.

A esa hora un conductor circulaba por la carretera general en dirección a Vilaboa, cuando se salió de la calzada, tiró una señal vertical con un pivote luminoso de señalización, chocó contra tres contenedores de la basura y acabó impactando contra el portal de entrada a una vivienda unifamiliar.

Las investigaciones apuntan a que el conductor, que no fue identificado, abandonó el vehículo y se dio a la fuga. El coche ardió generando unas llamas altas que se vieron desde muchos metros a la redonda y que obligaron a una rápida intervención de los Bombeiros do Morrazo. Cuando bomberos y agentes llegaron a la zona comprobaron que el coche estaba vacío, con los cristales de las ventanas ya rotos y con las cuatro puertas cerradas. Tras apagar las llamas recorrieron todo el perímetro del accidente, primero para descartar la presencia de algún herido que pudiese haber salido despedido del turismo, y después para tratar de encontrar al conductor y responsable del siniestro. Ayer por la tarde la Guardia Civil realizaba averiguaciones para intentar determinar la identidad del titular del coche, tras recopilar en la escena del suceso todos los datos disponibles.

Por precaución se puso en camino también una ambulancia del 061, pero no consta la existencia de personas afectadas.

Un contenedor de residuos orgánicos de gran tamaño quedó totalmente destrozado y otro de plásticos acabó bajo el desnivel que conecta la carretera con una zona de playa estrecha, a la altura del cementerio municipal de Domaio, en el punto kilométrico 32+500 de la carretera PO-551.

Sobre las 11.30 horas, el personal del servicio de recogida de la basura recuperó el contenedor que había salido despedido con ayuda de una grúa y repuso el depósito de residuos orgánicos que había sido destrozado.

En cuanto al operativo contra el fuego, los Bombeiros do Morrazo desplazaron una unidad de primera intervención con un cabo y dos bomberos. Aunque la altura de las llamas era elevada, consiguieron sofocar el fuego en pocos minutos. Eso sí, tardaron hasta las 5.33 horas en dar por extinguido el riesgo de que las llamas rebrotasen y en enfriar convenientemente el metal del vehículo y del portal.

El coche quedó totalmente calcinado y el portal de entrada al garaje de la vivienda quedó gravemente dañado. En la casa se encontraban durmiendo cinco personas en el momento del siniestro. "No nos enteramos de lo ocurrido hasta que nos timbró la Guardia Civil", explican dos de las residentes. Indicaron que, además de los daños del fuego, el portal estaba inutilizado. "Por suerte tenemos los coches fuera, sino no podríamos sacarlos de casa", explicaron las vecinas. Aguardan ahora que se identifique al responsable del siniestro para que el seguro del coche se haga cargo de los daños sufridos en la entrada a la casa.