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Gestiones para compensar la pérdida de aparcamiento y limitar la velocidad

La humanización del entorno de A Pedra será la primera experiencia en Bueu para dotar a toda una calle de plataforma única de circulación. Lo más parecido que existía hasta la fecha son las transversales del barrio de Banda do Río, aunque en este caso el tránsito de vehículos está restringido. Al menos en teoría. No será así en A Pedra, donde peatones y automóviles deberán convivir en una zona que se caracteriza por la concentración de servicios: un colegio, dos institutos, un pabellón deportivo y acceso/salida del centro de salud.

El ayuntamiento tramita en estos momentos el expediente para proceder a licitar el proyecto, que está presupuestado en más de 400.000 euros y que cuenta con una subvención del plan DepoRemse (mejora de seguridad en los viales municipales) que impulsa la Diputación de Pontevedra. El gobierno local quiere que los trabajos puedan arrancar aprovechando el periodo de vacaciones de los escolares.

El ámbito sobre el que se actuará tiene una longitud de 380 metros -desde el cruce de la calle Ramón Bares hasta la intersección de los institutos Illa de Ons y Johán Carballeira- y la obra implicará levantar íntegramente toda la pavimentación existente en la actualidad. Esto permitirá afrontar una renovación de los servicios públicos que discurren por la zona, en especial la red de saneamiento, que "está realizada en condutos de formigon, fibrocemento e tramos de PVC e posúe unha importante antigüidade e deficiente estado de conservación" y el alumbrado público.

El proyecto apuesta por un tratamiento de plataforma única para toda la calle. Esto significa que el carril de tráfico rodado y las aceras estarán a la misma altura y nivel. La diferenciación entre ambos espacios será a través del tipo de pavimento y el color del mismo. La propuesta técnica prevé un firme flexible de 8 centímetros formado por dos capas de aglomerado asfáltico, mientras que las aceras serán de hormigón, con un espesor de 10 centímetros.

La reurbanización de esta calle implicará un mayor ancho para las aceras y una considerable reducción de la anchura del carril de circulación. La distinción de materiales y colores entre el espacio para el tráfico rodado y el tránsito peatonal se complementará con otro tipo de medidas para garantizar la seguridad vial. Así, el proyecto prevé la colocación de diversos tipos de mobiliario urbano, como arbolado, jardineras, parterres, bancos, bolardos "que se dispoñan de tal maneira que sirvan para delimitar os espazos peonil e vehicular". La memoria técnica defiende que de manera global se se mejora el acceso y el tránsito de las personas con movilidad reducida y se suprimen barreras arquitectónicas.

Sentido único

El plazo de ejecución de las obras se estima en cinco meses, un tiempo que puede variar para adaptarse a las circunstancias de un espacio en el que confluyen varios centros educativos. Los trabajos significarán la renovación de la señalización vertical de la calle, pero lo que no cambiará será el sentido de circulación. Se mantendrá como una vía de dirección única y en sentido hacia el pabellón municipal de deportes y los institutos.

La extensión de la plataforma única llegará precisamente hasta la intersección donde se encuentran los dos centros de secundaria. Desde el Concello barajan que en una hipotética segunda fase se pueda aplicar el mismo tratamiento a la calle Staffan Mörling, entre los institutos y el cruce con Ramón Bares.

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