El paso de la borrasca Ana y las lluvias posteriores han permitido al Concello de Bueu incrementar el aporte de sus manantiales propios y reducir a la mitad la dependencia del agua procedente de Pontevedra. Desde el domingo el descenso del caudal que llega desde la capital provincial ha sido progresivo y ha pasado de las entre 16 y 20 horas diarias a las 8-10 actuales, y sin que el bombeo esté trabajando a pleno rendimiento.

La idea es que, de mantenerse las lluvias en los próximos días, Bueu pueda recuperar su autonomía y abastecerse, si no al cien por cien, sí en un porcentaje muy elevado, con recursos hídricos propios. Es más, según apunta el alcalde buenense, Félix Juncal, la situación incluso podría ser mejor en caso de aprovechar el caudal del río para llenar los depósitos pero desde el concello se ha optado por esperar unos días debido a la turbidez de ese agua. "Se isto segue así nuns días poderemos ser capaces de ter autonomía case total", señala el regidor.

La dependencia de Bueu de los aportes de Pontevedra se lleva produciendo aproximadamente desde el mes de marzo, en una situación calificada de "excepcional" por el alcalde, en un año "especialmente seco. Noutros anos só se recurría á auga de Pontevedra durante os dous ou tres meses de verán". Juncal apuesta por tomar medidas no solo a corto y medio plazo para evitar que se repitan circunstancias como las de este año. De hecho, desde el concello buenense se está trabajando para incrementar sus recursos a nivel de agua y se han contemplado tres nuevos depósitos dentro del Plan Xeral de Ordenación Municipal. Uno de ellos se situaría en O Río, Cela, y tendría capacidad para 500 metros cúbicos, surtiéndose del manantial de la Fonte do Barro. Otro estaría situado en Ermelo, con los aportes de los manantiales de Fonte Queimada. Y un tercero se ubicaría en Meiro.

Juncal anuncia que en los próximos días mantendrá una reunión con los responsables de la concesionaria de abastecimiento de agua en el municipio, Aqualia, a fin de plantear estas y otras cuestiones y de realizar un análisis conjunto de la situación y de las medidas a adoptar de cara al futuro.

En los últimos siete días han caído sobre la ciudad de Pontevedra unas precipitaciones de más de 135 litros por metro cuadrado (casi veinte al día) aunque 84 solo el domingo, con el temporal "Ana"; el embalse del Pontillón, al 100% de ocupación, es el que presenta mejor situación de toda la demarcación Galicia-Costa; y el río Lérez supera un caudal de 10 metros cúbicos por segundo (hace un año era de 15). Con estos datos sobre la mesa, los mejores de todo el año en cuanto a balance hídrico, Augas de Galicia alerta de que aún no son suficientes para dar por superada la alerta por sequía en la comarca.

Augas pide cautela

Su director, Roberto Rodríguez, insistió ayer en que aún es necesario que "llueva más" y que los concellos "adopten medidas de ahorro", las dos únicas medidas que maneja Augas de Galicia para mejorar el estado de la cuenca del Lérez, junto con las limitaciones de consumo a la empresa Ence. Sin embargo, al contrario de las medidas estructurales que se plantean para el río Verdugo y el abastecimiento a Vigo (con el polémico trasvase de agua a la presa de Eiras), para el Lérez no está previsto ningún proyecto que permita regular su caudal y almacenar agua para épocas de necesidad.

Así lo admitió ayer Rodríguez, tras una nueva reunión de esta entidad con los concellos para insistir en las medidas de ahorro. En este caso fue con los de la cuenca del río Umia. Acudió media docena de ayuntamientos de los quince convocados: Caldas, Cuntis, Moraña, Portas, Sanxenxo, Barro, O Grove, Meaño, Meis, Forcarei, Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Cambados y Ribadumia.