Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El legado artístico de Urbano Lugrís en Bueu

El expolio del templo dedicado a los Reyes Magos

La capilla de Santos Reis, en Bueu, ha sufrido el robo de un importante patrimonio artístico

El "cuarto evangelista", que formaba parte de la capilla de 1686 y que guarda una familia de Bueu. // Archivo Asociación Cultural Santos Reis

Hace apenas una semana se inauguraba en la sede de Afundación en A Coruña la exposición "Lugrís, paredes soñadas", una retrospectiva sobre el artista que sirve para celebrar la recuperación del mural "A Coruña 1669", que estaba en un café de la ciudad herculina. En este recorrido por la obra de Lugrís no podía faltar Bueu y la que el propio artista definió como su "obra integral": la capilla de Santos Reis, un proyecto encargado por el entonces alcalde José María Massó y en el que se entrelazaban arquitectura, escultura y pintura. En "Lugrís, paredes soñadas" se dedica una sala íntegra a reproducir cómo es la capilla situada ahora en O Valado. Una reproducción que vuelve a poner de manifiesto el expolio al que fue sometido este templo, que es uno de los dos que existen en Europa dedicados a la advocación de los Reyes Magos (el otro está en Colonia, Alemania).

Como siempre, es necesario empezar por el principio. La capilla original no estaba situada en O Valado, sino en el entorno del pazo de Santa Cruz ya que su construcción en 1686 fue una iniciativa del entonces abad Fernando de la Rúa. Aquella edificación incluía un conjunto escultórico formado por 30 músicos, algunos de los cuales están en la actual capilla de Santa Ifigenia y otros desaparecieron. Cuando a lo largo del siglo XIX este templo primigenio entró en desuso se supone que hubo vecinos que aprovecharon sus piedras para construir muros y otros "más piadosos" decidieron llevarse parte de las esculturas para su conservación. Hoy en día existe plena constancia de que algunas familias de Bueu guardan con celo algunas de esas imágenes, como la figura del cuarto evangelista.

La actual reedificación de la capilla de Santos Reis es un proyecto que el empresario conservero y alcalde de Bueu, José María Massó, le encarga a Urbano Lugrís en el año 1948. El artista, nacido en A Coruña pero con gran relación con los Massó, asume el diseño arquitectónico, escultórico y de las pinturas y el templo se inaugura en octubre de 1953. "Este santuario constituye mi obra integral como artista: tracé los planos, realicé el proyecto, dirigí la construcción, tuve carta blanca para la ornamentación interior del templo... En fin, que prácticamente lo hice todo", escribiría el propio Lugrís años más tarde.

Los testimonios de los vecinos y la existencia de alguna fotografía permiten saber cómo era por dentro aquella capilla, que distaba bastante del actual aspecto "desnudo". En el fondo había un imponente retablo de madera dividido en tres partes: una central, que era la más grande, y luego dos laterales. En cada uno de los laterales había dos cuadros, uno encima del otro, y el escenario del centro estaba decorado con una gran pintura. El mejor testimonio que existe es la fotografía de una boda celebrada en la década de 1950 y en la que se puede ver parcialmente el conjunto y deducir como era el resto.

¿Dónde está ahora ese retablo y esas cinco pinturas con temática sobre la epifanía? Ésa es una gran incógnita y que está relacionada con el abandono que volvió a sufrir esta capilla durante la década de 1970. Ese abandono sirvió para que se volviese a expoliar el patrimonio artístico que había en su interior y en el exterior, como las tallas de la Virgen María y San José que flanqueaban la entrada de la capilla.

Hace casi 20 años, en 1989, también en A Coruña se inauguraba una exposición titulada "Urbano Lugrís. Mostra antolóxica", organizada por la Consellería de Cultura e Deportes y el Concello de A Coruña. El catálogo que se editó con motivo de aquella muestra revela una gran sorpresa: allí estaban cuatro de las pinturas que se situaban en los dos retablos laterales. Esa misma exposición vendría algún tiempo más tarde a Vigo, con esas mismas obras.

La Asociación Cultural Santos Reis, que nació en la década de 1980 -primero como comisión de fiestas y luego se transformó en la actual entidad- dispone de una copia de parte de ese catálogo y de la reproducción de tres de las pinturas, conocidas como Epifanía 1,2,3 y 4. "Hace tiempo que nos pusimos en contacto con los comisarios de aquella exposición para averiguar quién había cedido esos cuadros y su origen, pero las gestiones fueron infructuosas", admiten con pesar desde la directiva.

Aún así, la asociación entiende que el Concello de Bueu debería involucrarse activamente en este asunto porque existe una diferencia crucial entre el abandono que sufrió la capilla de 1686 y la inaugurada en 1953. "La primera era privada, pero la segunda es pública. Fue un encargo del ayuntamiento; la capilla, así como todo lo que había en el exterior y en el interior es patrimonio municipal y de todos los vecinos de Bueu", subrayan.

Sin boceto del retablo

Es difícil saber exactamente cómo era el retablo que diseñó Lugrís. Entre los bocetos originales hallados en su día en el archivo del Concello de Bueu figura un dibujo que representa un alzado lateral. "Pero no hay ninguno del frontal. Suponemos que tenía que haber alguno, pero se debió perder", apuntan desde la Asociación Cultural Santos Reis. Las imágenes que se incluían en el catálogo de aquella exposición de 1989 y la fotografía antigua de una boda en la capilla dan una idea exacta de cómo eran las pinturas laterales, pero es imposible saber cómo era el gran mural central. En la imagen de la década de los años 50 aparece demasiado "tapada" como para poder vislumbrar algo.

Cuando se inauguró el actual templo, en octubre de 1953, se recuperaron algunas de las tallas escultóricas de la capilla original, como tres evangelistas y la figura del rey Baltasar. Además, a los lados de la puerta de entrada había sendas imágenes de la Virgen María y San José, diseñadas por el propio Lugrís.

El expolio no se limitó solo al patrimonio pictórico que había en interior, sino también a ese conjunto escultórico. "Las figuras de Baltasar, la Virgen y San José desaparecieron. La asociación hace unos años, a partir de los bocetos originales de Lugrís, encargó unas réplicas de la Virgen María y de San José, mientras que un vecino de Bueu [Manuel Aldao] donó una imagen esculpida por él mismo del rey Baltasar", explican desde la directiva.

Uno de los detalles curiosos del templo construido entre 1948 y 1953 es que carecía de altar puesto que la misa se decía de espaldas a los fieles. La actual mesa consagrada es una aportación muy posterior de la Asociación Cultural Santos Reis, que tiene entre sus fines velar por este patrimonio. El colectivo también se encargó de costear las pinturas que decoran el interior, que fueron realizadas por el pintor Enrique Vidal, así como la figura de la Ascensión.

Uno de los escasos elementos que se salvó del despiadado expolio que sufrió la capilla de Santos Reis es la talla de los tres Reyes Magos, que sale en procesión el 6 de enero. Es un conjunto de madera elaborado por los hermanos Rivas, que también se encargaron de la construcción del retablo de madera según el diseño de Urbano Lugrís y de la actual imagen de la Virgen del Carmen de Bueu. "La figura de los Reyes Magos se salvó porque no se guardaba en la capilla, sino en el ayuntamiento", concluyen. Ésa fue probablemente su salvación.

Compartir el artículo

stats