El problema y el malestar vecinal que ocasionó la semana pasada el desplome de un muro de contención en el camino de Isamil, en la parroquia de Meira, entra en vías de solución. La alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, y el concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro, se reunieron ayer por la noche, en el local de A Peregrina, con representantes de la Asociación vecinal Arroás, de Meira, y vecinos afectados para trasladarles la solución planteada desde el Concello. El edil de Urbanismo asegura que dicha solución pasa por retranquear el muro caído alrededor de dos metros, construir un pequeño muro a modo de zócalo para evitar que vuelva a derrumbarse y, a continuación, construir un terraplén ajardinado.

Tanto la alcaldesa como el concejal aseguran que de esta manera se ganan plazas de aparcamiento en el camino, a pie de muro, y se deja la zona superior -que hasta el derrumbe se utilizaba como aparcamiento-, exclusivamente para mirador y disfrute de los vecinos. Explicaron que el acceso a esta zona de mirador sería a través de una rampa accesible a personas con mobilidad reducida y estaría dotada de bancos y una pequeña zona arbolada.

Al término de la reunión, el concejal aseguró que los vecinos acogieron con mucha satisfacción la solución propuesta, si bien solicitaron un mayor retranqueo para permitir el estacionamiento en batería diagonal y ganar así plazas de aparcamiento.

Leticia Santos y Odilo Barreiro aseguraron que tendrían en cuenta esta propuesta y que se pondrían de inmediato en contacto con Infraestructuras de la Xunta, como propietaria del terreno que se derrumbó, para poder realizar cuanto antes esta actuación.

En la reunión se entregó copia del croquis del proyecto a los vecinos afectados y a los representantes de la directiva de la asocaición Arroás.

Hay que recordar que el muro se desplomó el jueves de la semana pasada tras una noche de muchas lluvias. Los vecinos del barrio de Isamil ya se habían quejado en varias ocasiones del mal estado del muro, que el Concello había construido unos años atrás, porque se había construido sobre uno más antiguo cuyas piedras se habían rajado con el peso de los otros bloques encima. En junio, los vecinos habían acudido al Concello y a la Policía Local que realizó un informe sobre la situación de este muro.

El día del desplome los vecinos del lugar mostraban su malesatr por lo sucedido ya que aseguraban que por esta carretera pasan a diario los niños que acuden a la carretera general a coger el autobús escolar. Ese día, el muro sepultó el perro del vecino más lindante y que en un principio daban por muerto, aunque cuatro horas después, cuando un tractor enviado por el Concello empezó a asegurar las piedras, lograron rescatarlo con vida. El animal, cuyo nombre es "Pachi" se salvó al caer inclinada una piedra sobre el barril metálico en el que dormía en la finca y evitó que fuera aplastado.