Los ediles del PP de Moaña vivieron ayer su primera jornada de trabajo al frente del Concello. Fue un día atípico, pues la sorpresa en la investidura del sábado cogió a todos con el pie cambiado. El nuevo alcalde, José Fervenza, se reunió con los funcionarios de todos los departamentos y recibió las llaves de la Alcaldía de manos de Xosé Manuel Millán, a media mañana. Sin embargo, desde el BNG aseguraron ayer que no renuncian a recuperar la Alcaldía. "En canto poidamos trataremos de restituir a decisión dos votantes, que apostaron por un goberno nacionalista e de progreso, pero iso depende dos edís do PSOE", explica el responsable local Suso García.

Los nacionalistas aseguran que deben ser "consecuentes coa opinión dos veciños", aunque reiteran que no depende solo de ellos y que, de todas formas, sería necesario esperar un tiempo prudencial. Aunque las mociones de censura no suelen estar bien vistas por la ciudadanía, el concejal Daniel Rodas argumenta que "todo o mundo comprenderá que o que ocorreu non se corresponde co pactado entre PSdeG e BNG a nivel nacional. O normal é que este tipo de acordos sexan serios, perdurables e razoables", indica.

Mucho más prudente se muestra Valentín Piñeiro: "Estamos aínda valorando o que ocorreu. Temos que aclararnos antes de tomar decisións". El aspirante a alcalde, Xosé Manuel Millán, también defendió tras la investidura que ahora tocaba dejar trabajar al nuevo gobierno y que respetaría los famosos 100 días de cortesía. De todas formas, García señala que este jueves se reúne el consello local de la formación, en donde se analizará la nueva situación.

Fervenza llegó ayer a la Alcaldía a primera hora de la mañana. Piñeiro se reunió con él y con la nueva titular de Urbanismo, Susana Varela, para ponerles al día de los asuntos más urgentes. Lo mismo sucedió durante los minutos que se reunió con Millán. Junto a ellos, estaban presentes la tesorera y el secretario municipal. Fervenza mostró a todo el mundo su intención de iniciar una "transición cómoda, na que non se paralicen os principais asuntos" y volvió a tender la mano a la oposición. El ya exalcalde se despidió también de los distintos trabajadores municipales.

En su primer día al frente del Concello, Fervenza reveló que tratará de que la teniente de alcalde, Susana Varela, cobre 1.300 euros, que es lo que ganaba en el trabajo que acaba de dejar para dedicarse plenamente al ayuntamiento. Asegura que necesitará un apoyo ante su promesa de no establecer dedicaciones exclusivas. Eso sí, mantiene que su salario será la mitad del que tenía Millán, por lo que pasará a cobrar menos de 800 euros netos al mes.

Delegó las dos áreas que estaban pendientes: Mayka Maya se encargará también de Servizos Sociais y Colomba López tendrá entre sus funciones Mobilidade y Seguridade Cidadá, así como los asuntos de la Mancomunidade. La segunda Tenencia de Alcaldía será para Jorge Santomé, y la tercera para Ángel Riobó. Por la tarde el nuevo equipo de gobierno celebró su primera reunión conjunta de trabajo.