Las quejas de una persona del público por las supuestas muecas que le estaba dirigiendo la concejala no adscrita, Begoña Pérez, sirvió de preámbulo para que la alcaldesa suspendiera ayer una sesión plenaria muy polarizada y que recuperó el tono bronco, los insultos entre corporativos y la expulsión de un concejal, el popular Luis Boullosa, mientras otros fueron advertidos de que seguirían el mismo camino si no mantenían la compostura. El precipitado final de la sesión impidió que se debatieran las propuestas de actualización de los impuestos de rodaje, construcciones y plusvalías, aunque todo apuntaba a que serían rechazadas gracias a la mayoría de que goza la oposición, que poco antes había echado abajo los intentos de subir los recibos del agua y las tasas por aprovechamiento de dominio público. También esperaban turno varios colectivos, como la Plataforma da Sanidade, los vecinos de San Pedro que piden información sobre la subestación de Fenosa, o los empleados municipales que demandan la equiparación salarial y el pago de atrasos, cuyas demandas pensaba debatir ACE en un escrito preparado como moción.

La utilización de "circo" para definir la imagen que está dando el pleno se escuchó desde las filas del gobierno y de la oposición casi desde que se abrió la sesión, aunque el tono se fue calentando con el debate sobre la aprobación de las cuentas generales. El portavoz del PP, José Enrique Sotelo, calificó a los grupos del Gobierno de "demócratas de alcantarilla", por despreciar a la oposición y negarse a negociar acuerdos. Mariano Abalo, de ACE, también muy crítico con el edil de Facenda, Xosé Xoán Santamaría, comparó a los protagonistas con los "monos de Xibraltar, que nin ven, nin oen nin falan", mientras que su compañero Xosé Manuel Pazos aludió al franquismo para establecer paralelismos, Begoña Pérez habló de "Sálvame Deluxe" y no faltaron desde todas las formaciones –con excepción del portavoz del PSOE, Héctor Otero, que llamó a la calma– otros epítetos de tono subido.

La alcaldesa contraatacó amenazando con denunciar en el Juzgado a todos los concejales que no respaldaran una actualización de las tarifas del agua que, insistió, figura en el contrato con la concesionaria, Aqualia, y documentó la "mala fe" del PP y ACE con el acuerdo que posibilitó que le retiraran el sueldo, según dijo "por ser muller". El concejal Luis Boullosa hizo un reproche en voz baja sobre su mala educación, y al pedirle que lo aclarara, este añadió: "Vostede non pode presidir un pleno con ese flemón", aludiendo a un caramelo que, según señalaron, masticaba la alcaldesa. Clara Millán le ordenó abandonar el estrado y llamó a la Policía Local para asegurarse.