La Xunta de Galicia aprobó definitivamente el expediente de información pública y el proyecto de trazado del desdoblamiento del Corredor de O Morrazo, una semana después de que se anunciara la instalación de señales en la mencionada vía en las que se advierte de que la velocidad de los vehículos estará controlada por radares.

La Dirección Xeral de Infraestruturas resolvió el pasado día 26 de julio de 2010 aprobar el expediente, manteniendo el trazado propuesto como definitivo, con las excepciones establecidas en el análisis de las alegaciones. En este sentido, en la redacción del proyecto de construcción se realizarán los ajustes puntuales de la sección tipo y de los elementos de drenaje longitudinal necesarios para minimizar las afecciones sobre los taludes del desmonte del corredor actual. De la misma forma, se diseñará la señalización vertical de la autovía empleando la toponimia oficial.

También señala la Dirección Xeral de Infraestruturas que no es necesario someter el proyecto del desdoblamiento al trámite de evaluación ambiental, “xa que tanto no estudo de impacto ambiental, como no estudo informativo, como na declaración de impacto ambiental do Corredor do Morrazo se tivo en conta o futuro desdobramento e xa valoraron e declararon compatibles as afeccións sobre o medio.

Se trata esta de una cuestión polémica, ya que, sobre todo Moaña, quería una nueva declaración de impacto ambiental, con el fin de que no se repitieran los daños que hubo en manantiales cuando se construyó la actual vía rápida. Los concellos afectados deberán acomodar sus proyectos urbanísticos a estas obra y para ello tienen el plazo de un año.

El desdoblamiento del Corredor de O Morrazo comenzó a ser considerado prioritario para el Gobierno de la Xunta de Galicia cuando los accidentes mortales se repetían.

Esta obra supondrá una inversión de 68,8 millones de euros y el proyecto supone duplicar la calzada actual, que pasará a tener dos carriles en cada sentido de la circulación, con categoría de autovía libre de peaje. El proyecto describe la construcción de hasta seis viaductos, un túnel y otro falso paso subterráneo.

Según las previsiones del propio conselleiro de Infraestruturas. Agustín Hernández, la Xunta licitará la obra en este mes o en el siguiente, con el propósito de iniciar las obras en el año 2011 y las obras estén finalizadas en 2013. La empresa que resulte adjudicataria se hará cargo del mantenimiento de la infraestructura durante un período de 20 años y la consellería pagará un canon anual que estará en función del número de vehículos que utilicen la autovía.

Cinco fases

Las obras se realizarán en cinco fases para minimizar el impacto que tendrá entre los usuarios de la vía. Durante el tiempo que dure la construcción se estrecharán los carriles de circulación e incluso se desviará el tráfico por la antigua carretera en algunos tramos en los que se necesite realizar voladuras, con el propósito de garantizar la seguridad.

Cinco de los viaductos nuevos estarán en paralelo con los actuales. Son los de a Moura, A Moa, A Fraga, el enlace de Cangas y del río Bouzós.