El calor que no cesa y el incremento de turistas mantienen bajo mínimos los depósitos de agua de Cangas, y el Concello está llevando a la práctica las restricciones anunciadas en el riego de espacios públicos y los cortes de suministro en las duchas de las playas, lo que está provocando quejas de algunos bañistas descontentos con la medida. “Sabemos que no es una medida agradable, pero lo prioritario es garantizar el consumo humano”, afirma el teniente de alcalde y concejal de Obras e Servizos, Héctor Otero, que anuncia que las medidas adoptadas continuarán “hasta que se recuperen los depósitos. Son motivos de fuerza mayor, y hacer otra cosa sería una irresponsabilidad”, añade.

Los datos ofrecidos por Aqualia confirman que el agua que llega a diario desde Vigo no es suficiente para atender la demanda de Moaña y Cangas si no se mantienen las medidas de ahorro. Otero mantiene contactos con responsables de Augas de Galicia que le aseguran que las obras del nuevo emisario submarino avanzan “a buen ritmo”, pero su entrada en servicio no será posible antes del próximo verano. “Mientras, no queda otro remedio que ahorrar”, justifica el edil de Servicio, que pide a la población que siga las pautas indicadas en el bando de la alcaldesa apelando a la “responsabilidade de todos para un bo uso dos recursos hídricos”, evitando llenar las piscinas y regar los jardines mientras la situación se mantenga.

Entre los bañistas hay disparidad de criterios. Aunque, en general, “comprenden” la situación, algunos muestran su perplejidad con la medida: “No se entiende que en Galicia, donde llueve todo el año y todo va al mar, aún tengamos falta de agua”, señalaba ayer una mujer en la playa de Rodeira, mientras sus acompañantes asentían con la cabeza. “Lo que hay que desterrar es la dinámica de despilfarro de agua y moderar el consumo”, contradecía un joven, partidario de que se invierta en “sensibilizar” sobre esa necesidad.

Fiesta suspendida

En el anecdotario de la jornada figura la suspensión de una “fiesta del agua” en el colegio Nazaret, debido a la escasez. “No sería muy correcto pedir moderación y luego despilfarrar”, señalaron desde el Concello.