La instalación de una pasarela peatonal en el Corredor de O Morrazo obligó ayer a cortar el tráfico en la vía durante siete horas, tres menos de las que había anunciado la Consellería de Política Territorial. A pesar del desvío que tuvieron que realizar los vehículos por el tramo entre Broullón y A Fraga, la jornada transcurrió sin apenas retenciones y, pasadas las cuatro y media de la tarde, la circulación volvió a la normalidad.

El tramo comprendido entre las salidas 6 y 9 (Meira-Marín y Moaña-Marín) se cerró al tráfico a las nueve de la mañana para comenzar con las obras de colocación de una pasarela metálica elevada en el lugar de Montenegro, en A Paradela, una instalación reclamada por los vecinos desde hacía años. Como consecuencia, la Guardia Civil de Tráfico desvió la circulación por el vial de A Fraga, de camino a Cangas, y por la salida de Broullón, en dirección a Vigo. Por ello, para evitar problemas e informar a los conductores que no conociesen la zona, varios trabajadores de la empresa encargada de la obra, Corsán-Corviam, permanecieron en las rotondas de salida durante toda la mañana, indicando el camino a seguir. Una de las operarias, Ana Granja, explica que “lo peor fue a las diez de la mañana porque es una hora punta en cuanto a transporte de mercancías”, pero puntualiza que “en general no hemos tenido ningún problema”.

La trabajadora fue la encargada de señalizar el desvío en la salida de Meira-Marín, donde apenas hay señalización, y asegura que “hay bastantes conductores perdidos que dan vueltas buscando el camino”. Granja explica que “la mayoría no se había enterado del corte en la vía”, y añade que “me ha sorprendido la cantidad de parejas mayores que pasaron por aquí”. Los conductores, por su parte, manifestaban diferentes opiniones acerca del corte. Uno de ellos, Manuel Lombán, aseguraba que “es lógico que tengan que cortar el tráfico, pero debería estar mejor señalizado”. El joven, que se dirigía a Vigo por cuestiones de trabajo, pretendía incorporarse al Corredor en el acceso de A Fraga. Sin embargo, al llegar se percató de que la entrada estaba cortada y se vio obligado a dar vuelta. “Tendrían que poner una señalización en la carretera de Meira” y recalca que “indican la actuación para los que circulan por el Corredor, pero no para los que vamos a incorporarnos a él”.

Pero el joven no fue el único en protestar, porque aunque la mayoría simplemente se dispuso a seguir las indicaciones de los operarios, hubo quienes se indignaron, sobre todo, los transportistas. “Están trabajando y es normal que les moleste”, los justificaba ayer Ana Granja tras recibir las quejas de uno de ellos, que por las grandes dimensiones de su vehículo no pudo circular por A Fraga. El vial se estrecha en el tramo del puente sobre el río y el transportista se vio obligado a volver a la entrada del Corredor y realizar todo el trayecto por la PO-551.

Tras una mañana complicada, sobre las cuatro y media de la tarde, los operarios de Corsán-Corviam retiraron la señalización y la circulación en el Corredor volvió a la normalidad.