Los vecinos de varias calles del Casco Vello de Cangas volvieron a sufrir ayer las riadas de residuos fecales procedentes del desbordamiento de las alcantarillas. Es un hecho que se repite prácticamente cada vez que llueve, debido a la carencia de una red separativa de pluviales y fecales en esa zona del municipio, y del que los residentes y comerciantes dicen estar "moi fartos", sin encontrar una solución desde el concello.

El problema comenzó ayer con las primeras lluvias del mediodía y se agravó con un chaparrón posterior. Los afectados llamaron a la Policía Local, Protección Civil y Aqualia, y fueron los operarios del servicio municipal de emergencias y de la compañía adjudicataria del servicio los que se personaron en la zona para retirar los residuos sólidos y baldear las calles, principalmente O Hío y Pablo Iglesias hasta la Alameda Vella, llegando a la Praza do Arco. Cuando la situación empezaba a normalizarse llegó la segunda riada, aún más intensa, que dejó "restos de fecales y un fuerte olor en la zona hasta media tarde", según recalcaron varios vecinos, que se creen "condenados a padecer" una situación que se repite al dictado de la meteorología.

"Atractivo turístico"

Los afectados reiteran las deficiencias de la red municipal y exigen "medidas definitivas, que solucionen o problema dunha vez por todas". Dos señoras que veranean en la zona ironizaron sobre el "atractivo turístico" del entorno y recordaron que ya han sufrido la misma situación en visitas anteriores.