Cangas y Moaña corren riesgo de sufrir un corte en el suministro de agua que recibe de Vigo, sobre todo en verano debido a los "elevados consumos". A esto hay que añadir que los manantiales de la zona "están sobreexplotados" y que la población va en aumento, con factores que han favorecido esta tendencia como fue la supresión del peaje de Rande y la construcción del corredor de O Morrazo. Así figura en el proyecto de ampliación del abastecimiento de agua al Morrazo que acaba de presentar la Consellería de Medio Ambiente, a través de Augas de Galicia, en el Concello de Moaña para su aprobación en pleno. Este proyecto básico ha sido ejecutado por la empresa Ciisa y tan sólo se ha presentado en este municipio porque el desdoblamiento de la red rematará en el depósito de Ameixoada, en Moaña, no como el anterior y pionero que llevó el agua hasta el depósito de Coiro, en Cangas. La ampliación del suministro en este último municipio se hará por la red ya existente.

El concejal de Servicios de Cangas, Héctor Otero, asegura que el 95% del municipio se abastece de esta red de Vigo y sólo hay problemas en algunos lugares de O Hío, que se surten de pozos. El edil de Urbanismo de Moaña, Valentín Piñeiro, señala que en verano pueden darse casos puntuales de problemas de falta de agua en la parte alta de Moaña, pero la Xunta ya aprobó una inversión de 1 millón de euros para suministrar con el agua de Vigo las zonas de Os Piñeiros, A Xalde, Marrúa y Paradela.

El trazado

El primer proyecto del agua de Vigo al Morrazo lo adjudicó la Xunta en 1988 a la empresa Dragados y Construcciones y supuso una revolución de ingeniería al llevar el agua por una tubería submarina, por debajo de la ría de Vigo. La red fue diseñada entonces para una población de 50.000 habitantes y casi veinte años después se ha alcanzado ese horizonte, con 43.634 vecinos (25.200 en Cangas y 18.500 en Moaña). El crecimiento de habitantes en el último lustro representa un aumento del 5%. El nuevo proyecto se diseña para una población prevista de 100.000 habitantes -el doble- que se estima alcanzar en la época estival en el horizonte de 50 años.

La obra, con un presupuesto de ejecución material de 7,3 millones de euros, también incluye un trazado submarino por la ría, entre A Guía y O Con, y otro terrestre. En Vigo discurrirá por el mismo trazado que la anterior, pero cambia el recorrido en Moaña, algo que ha extrañado al gobierno local, como asegura el concejal Valentín Piñeiro. En Moaña el trazado, y según la relación de vértices y estaciones o bases que figuran en el proyecto, discurre desde las duchas públicas de O Con, por la calle Fernando García Arenal, Camino Viejo, cruce con la avenida de Cangas, A Pandiña, calle Grela, O Casal, Camino Rego dos Res y carretera de A Meixua.

En el tramo de Vigo el proyecto contempla vértices y estaciones en la calle Cantabria, Pouleira, a 80 metros del cruce de Cantabria con el centro comercial, Camiño Frián, calle Robleda, Sanjurjo Badía, a la altura del 214; calle Enrique Lorenzo, Camiño y travesía de Espiñeiro hasta llegar a la carretera de acceso al puerto deportivo de Punta Lagoa, frente a la vivienda número 29, y acaba en el inicio del dique de abrigo.

La longitud total de la red es de 8.800 metros, de la cuales 5.350 es tubería terrestre y 3.450 submarina. El tramo terrestre se divide a su vez en dos subtramos: el de Vigo, con 2.590 metros que discurre entre el depósito de El Casal hasta O Corno; y el de Moaña, de 2.760 metros, entre O Con y Ameixoada. El proyecto también contempla la derivación del caudal en varios puntos para evitar, por avería, interrumpir el servicio.

El proyecto se encuentra ahora pendiente de informe del aparejador de Moaña para llevarlo a pleno. La convocatoria de esa sesión dependerá también de cómo marchen las negociaciones en el conflicto vecinal del catastro que ha impedido en las últimas semanales celebrar las comisiones informativas.